LA PIEDAD EN EL CULTO
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Lectura: 1 Timoteo 2:1-15
Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol, (digo la verdad en Cristo, no miento), como maestro de los gentiles en fe y verdad. Por tanto, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones. Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad. Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada. Porque Adán fue creado primero, después Eva. Y Adán no fue el engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con modestia.
Oración
INTRODUCIÓN
Romanos 12:2 es fundamental para todo creyente que desee vivir piadosamente en un mundo que es contrario al evangelio. Este texto nos dice “Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.”
La realidad es, amados hermanos, es que el creyente entiende la vida bajo el diseño de Dios para su creación y sus mandatos divinos establecidos en su Palabra. Sin embargo, el mundo tiene una perspectiva no solo diferente, sino de hecho contraria a la perspectiva cristiana de la vida.
Esto lo vemos en todas las áreas de la vida, en la educación, en la política, y aún en la familia. La perspectiva sobre la familia y los roles para el hombre y la mujer son completamente contrarios entre los creyentes y el resto del mundo.
Y esto lo vemos reflejado también en la forma de culto que las iglesias dan. Porque, aunque suene extraño, el mundo también tiene sus iglesias. Estas iglesias no se caracterizan por vivir lo que dice Romanos 12:2 “no se adapte a este mundo”, sino que lejos de renovar su mente, abrazan y promueven la forma que el mundo tiene de ver la vida. Estas iglesias buscan ser atractivas para el mundo, buscan tener un liderazgo conforme a lo que el mundo cree que debe ser el liderazgo, e incluso, luchan por las cosas que el mundo dice que deben luchar. Predican el mensaje del mundo. En otras palabras, se parecen al mundo.
Pero, cuando vamos al corazón del asunto, ¿qué es lo que diferencia a una iglesia del mundo de una iglesia de Dios? Bueno, no es una denominación, ni una forma de culto específica, sino una enseñanza bíblica y una vida de piedad. Estos dos elementos son los que Pablo está abordando en 1 Timoteo 1-2.
La doctrina y la piedad.
Esto es una realidad tanto en la vida cristiana personal, como en la vida eclesial. La iglesia cuando está reunida como un cuerpo debe tener una enseñanza y predicación que conduzcan a la piedad. Cualquier otro objetivo es contrario al propósito de la iglesia de Dios. Cuando la iglesia se reúne públicamente, lo hace para anunciar y vivir el evangelio, de forma que quienes no lo conozcan puedan conocer la verdad.
Al inicio de su exhortación sobre este tema, Pablo afirma que la piedad debe ser el corazón de la oración pública en la iglesia porque… 1 Timoteo 2:3–4 “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.”
Cuando la iglesia enseña bíblicamente, y adora piadosamente, el evangelio es proclamado y quienes no lo conocen pueden llegar al conocimiento de la verdad. Ésta es la voluntad de Dios. Por esta razón, amados hermanos, mi argumento de esta tarde es: “El culto público de la iglesia se caracteriza por una piedad interior, y no una apariencia exterior”
Y antes de continuar, quiero hacer dos advertencias, la primera es que éste será un sermón complejo, pues debo hacer varias aclaratorias antes de adentrarme a cada punto. He intentado hacerlo lo menos tedioso y lo más fluido posible, les pido que me tengan paciencia.
La segunda advertencia, es que este mensaje puede ser difícil de escuchar para algunos, pero esto solo evidenciará la perspectiva que cada uno tiene acerca de la vida. Una perspectiva que acepta y confía en el diseño de Dios no se incomodará ante el mensaje de este pasaje, mientras que una persona que se ha adaptado a este mundo, ignorando lo que nos dice Romanos 12:2, puede fácilmente incomodarse por este mensaje.
Hago esta advertencia, porque este texto nos muestra un llamado común, la piedad. Pero, que al mismo tiempo, es vivido de una forma distinta por los hombres y las mujeres. En otras palabras, el diseño de Dios nos llevará a vivir la piedad de una forma particular tanto para hombres como para las mujeres.
Este sermón lo he titulado: La piedad en el culto. Y tendremos solo dos puntos en todo el sermón:
Piedad versus apariencia.
Diseño versus engaño.
Leamos pues: 1 Timoteo 2:9-15.
I. PIEDAD VERSUS APARIENCIA
I. PIEDAD VERSUS APARIENCIA
Nuestro texto de hoy comienza con la expresión “asimismo”, un conector que nos lleva a considerar la sección anterior del pasaje, es decir los versículos del 1-8.
Esto es muy importante, porque lo que Pablo habla a continuación no representa un cambio de tema, sino que está hablando de lo mismo. Recordemos que Pablo estaba corrigiendo las malas prácticas en la iglesia. Pablo había comenzando con su encargo a Timoteo de corregir la falsa doctrina, y luego, comienza a corregir el efecto que esa falsa doctrina había tenido en la adoración corporativa. Y para quienes no estén familiarizados con el término adoración corporativa, esto se refiere al culto público de los domingos que la iglesia lleva a cabo. Es un culto de adoración a Dios que hacemos como un cuerpo, o lo que es igual, de forma corporativa.
Así que Pablo, lejos de cambiar de tema, seguirá corrigiendo los errores que la falsa doctrina había llevado a la iglesia.
Y todo esto tenía una idea en mente, la piedad.
La relación entre la enseñanza y la piedad es evidente en 1 y 2 de Timoteo. De hecho, en su segunda carta, Pablo le dice a su hijo amado en la fe que evite las palabrerías vanas 2 Timoteo 2:16 “Evita las palabrerías vacías y profanas, porque los dados a ellas, conducirán más y más a la impiedad,”. Precisamente, este es el error doctrinal que comenzó a corregir en su primera carta. En 1 Timoteo 1:3–4 se nos dice que Pablo había encargado a Timoteo quedarse en la iglesia de Éfeso para que “…instruyeras a algunos que no enseñaran doctrinas extrañas, ni prestaran atención a mitos y genealogías interminables, lo que da lugar a discusiones inútiles..….”
Por esta relación tan estrecha que hay entre la enseñanza y la piedad en la iglesia, es de esperar que Pablo, después de denunciar la falsa doctrina y a los falsos maestros, aborde el tema de la piedad en el culto público de la iglesia. Porque, como resultado de la falsa doctrina, la iglesia en Éfeso estaba incurriendo en prácticas y actitudes de no reflejaban la piedad a la que está llamada la iglesia.
La piedad es central en la vida del creyente. En las cartas pastorales se hace referencia a la piedad en diez ocasiones, ocho de ellas son en 1 Timoteo. Escuche bien lo que dice:
1 Timoteo 2:1-2 “Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad.”
1 Timoteo 3:16 “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, Vindicado en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”
1 Timoteo 4:7 “Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad.”
1 Timoteo 4:8 “Porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.”
1 Timoteo 6:3 “Si alguien enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,”
1 Timoteo 6:5 “y constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia.”
1 Timoteo 6:6 “Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.”
1 Timoteo 6:11 “Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.”
Específicamente, en el capítulo 2, Pablo hace un contraste claro entre la piedad y la apariencia externa. Después de todo, ésta es una tentación muy presente en las iglesias: lo que hay en nuestro corazón versus lo que aparentamos, o en otras palabras, la piedad versus la apariencia exterior.
Cuando Pablo describe a los falsos maestros en 2 Timoteo 3:1–5 de la siguiente manera: “Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder. A los tales evita.”
Es increíble que Pablo haga tal descripción de maldad y luego diga que a pesar de todo esto, parecerán ser piadosos. La apariencia no es el objetivo en la vida cristiana, el corazón sí.
Por eso el apóstol comienza a hacer este contraste cuando instruye a los hombres en el 1 Timoteo 2:8 “Por tanto, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones.”
Pablo no está hablando de la postura sino de la actitud al orar. No es tanto que debamos orar con manos levantadas, sino que al levantarlas nuestra actitud sea una piedad verdadera y real en nuestro corazón, no con la apariencia de piedad al levantar las manos pero teniendo un corazón lleno de ira. Es muy fácil levantar las manos y tener una apariencia religiosa, pero la actitud del corazón es lo que verdaderamente importa.
Este llamado es tanto para los hombres como para las mujeres. Por eso el apóstol continua en el versículo 9 con la expresión “asimismo”. Pablo está hablando de lo mismo, la piedad a la que hombres y mujeres son llamados en el culto público de la iglesia.
EL DECORO DE LAS MUJERES
Lea conmigo el texto (1 Timoteo 2:9-10). Lo primero que Pablo aborda es la apariencia de la mujer en su vestimenta, y describe dos formas de vestir:
Por un lado, con ropa decorosa, con pudor y con modestia.
Por otro lado, peinados ostentosos, oro, perlas o vestidos costosos.
Éste puede ser un tema controversial, muchas iglesias usan este texto para decir que la mujer no puede usar pantalón, por ejemplo. Sin embargo, Pablo no está criticando una forma de vestir en particular, no es que el oro, las joyas o el precio de la ropa sea un problema en sí mismo. Debemos recordar que lo que Pablo tiene en mente es la piedad y no la apariencia, por lo tanto, esto mismo aplica a la mujer.
Pero, ¿por qué entonces Pablo comienza con la apariencia? Bueno, históricamente, las mujeres siempre se han preocupado más por su apariencia física, por el vestido, el maquillaje y las joyas. Digo históricamente, porque hoy en día los hombres parecen tener una preocupación excesiva con la forma en cómo se ven, y creo que esto es porque la sociedad se aleja cada vez más del diseño de Dios. Pero, de forma general, las mujeres son quienes tienen a gastar más dinero, tiempo y esfuerzo en verse bien.
La mujer ha sido diseñada con ese deseo de verse bien, ese deseo de ser atractiva, no hay nada malo esto en sí mismo. Sin embargo, cuando este deseo es excesivo y está por encima de la piedad, es ahí cuando se convierte en algo pecaminoso.
De hecho, con el afán de atraer a los hombres, muchas mujeres se visten de una manera no decorosa, sino provocativa, con ropa ajustada que hace relucir más la figura y que enfatiza ciertas partes del cuerpo para atraer las miradas. Amadas hermanas, esta actitud es lo que Pablo está corrigiendo. Cuando una mujer se prepara para el culto público, en vez de estar preocupada por su apariencia, en vez de querer destacar y verse bien, su actitud debe ser la de querer adornarse con la piedad.
Vea el contraste: 1 Timoteo 2:9–10 “… no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.”
En otras palabras, la mujer no debe estar tan preocupada por vestirse con perlas y joyas, sino que su hermosura sea un vestido de buenas obras, de modestia y santidad. Escuche lo que el apóstol Pedro tiene que decir al respecto:
1 Pedro 3:3–4 “Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.”
Amada hermana, la verdadera hermosura tuya no está en el vestido o el peinado, en el maquillaje o en las joyas, tu verdadera belleza está en un espíritu tierno y sereno, en una actitud piadosa y sumisa delante de Dios.
Por eso, Romanos 12:2 es tan importante. Porque estas enseñanzas de la Palabra de Dios son completamente contrarias a las corrientes de este mundo. Una mujer que se viste de manera sensual y se libera de todo pudor es exaltada en el mundo, una mujer cuya actitud es desafiante y que menosprecia al hombre es promovida en el mundo. Pero la verdadera belleza de la mujer según el diseño de Dios está en la piedad. Esta belleza no es externa sino del corazón.
Y en breve veremos en qué se traduce la piedad en la mujer, pero mientras vemos este contraste entre piedad y apariencia, vemos que Pablo fundamente su exhortación al final del versículo 10.
1 Timoteo 2:10 “sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.” La palabra griega para piedad en este texto no es la misma palabra que Pablo usa en el resto de las cartas pastorales. Es otra palabra griega. Esta palabra también significa piedad, pero tiene una connotación de reverencia ante Dios. En muchas ocasiones puede traducirse como temor de Dios. En cualquier caso, sea que la traduzcamos como piedad o como temor a Dios, una mujer que profesa ser cristiana debe tener una actitud reverente tanto en su forma de vestir como en su forma de actuar.
Amada hermana, quiero que piense por un momento en tu propia forma de vestir, y quiero que pienses en lo siguiente, si Dios estuviera físicamente delante de ti, ¿te vestirías cómo te vistes? ¿Cuál es tu objetivo al vestirte? ¿Resaltar tu cuerpo y tu buena figura? ¿O mostrar un decoro piadoso y reverente ante Dios? Y no estoy hablando de una forma en particular de vestir, al igual que Pablo, mi intención es ir al corazón no a la apariencia.
¿Estás más preocupada por tu pelo y tu maquillaje que con las buenas obras con las que debes vestirte? Acaso, ¿gastas más tiempo y esfuerzo en tener una buena apariencia que en desarrollar un espíritu tierno y sumiso? Recuerda, esto es lo que es verdaderamente hermosos delante de Dios, un espíritu tierno y sumiso, no la apariencia.
Dios nunca ha estado interesado en la apariencia sino en el corazón. Aún cuando escogió a David para ser rey, Dios le dijo a Samuel 1 Samuel 16:7 “Pero el Señor dijo a Samuel: «No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón».”
Pues, exactamente lo mismo. No es la apariencia, es la piedad. Y amada hermana, de nada te sirve ser la más atractiva de la iglesia, tener el mejor cuerpo, la mejor ropa, el mejor vestido, el mejor peinado, pero que cuando abras tu boca lo que sale es una actitud irreverente, poco piadosa, crítica, y llena de chismes y murmuraciones.
Ahora bien, esto es en el culto público, que es sobre lo que Pablo está instruyendo, pero no está limitado exclusivamente al culto público sino a toda la vida de la mujer. Tanto en el trabajo, como en el hogar y, también, en la reunión de la iglesia.
II. DISEÑO VERSUS ENGAÑO
II. DISEÑO VERSUS ENGAÑO
EL ROL DE LA MUJER
Esta piedad se muestra primero en el decoro de la mujer al vestirse, pero también en una actitud sumisa y obediente aceptando el rol que Dios le dio tanto en la iglesia como el hogar. Quiero repetirlo porque es importante entender este punto: La mujer muestra su piedad en su decoro al vestir y también en la actitud sumisa y obediente aceptando el rol que Dios le dio tanto en la iglesia como el hogar.
Lo que nos lleva a nuestro siguiente punto, el Diseño versus el Engaño.
Lea conmigo 1 Timoteo 2:11–14 “Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada. Porque Adán fue creado primero, después Eva. Y Adán no fue el engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión.”
Este pasaje ha causado mucho debate y controversia en muchas iglesias. Especialmente, en torno a si la mujer puede o no ocupar el oficio pastoral en la iglesia, o si la mujer puede o no enseñar y predicar en la congregación. La postura bíblica, no solo en este pasaje, sino también en otros como 1 Corintios 14, y además en toda la Biblia, es que el oficio pastoral está reservado para los hombres exclusivamente.
Ahora bien, debemos resolver algunos temas de contexto antes seguir, ya que muchos han alegado que la enseñanza de Pablo respondía únicamente a un tema cultural en Éfeso. Algunos erróneamente afirman que Éfeso era una ciudad donde el feminismo reinaba, y que la mayor evidencia de esto era el culto que se daba a la diosa Diana.
Hechos 19:25–28“reunió a estos junto con los obreros de oficios semejantes, y dijo: «Compañeros, ustedes saben que nuestra prosperidad depende de este comercio. »Pueden ver y oír que no solo en Éfeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses verdaderos. »Y no solo corremos el peligro de que nuestro oficio caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Diana se considere sin valor, y que ella, a quien adora toda Asia y el mundo entero, sea despojada de su grandeza» Cuando oyeron esto, se llenaron de ira, y comenzaron a gritar: «¡Grande es Diana de los efesios!»”
Sin embargo, el mismo texto en Hechos 19 nos muestra que tanto la vida política como la vida religiosa estaba dominada por los hombres. Éfeso era una ciudad grecorromana común y corriente, por lo que el liderazgo masculino era predominante. Mencionaré solamente algunos ejemplos del mismo texto:
Hechos 19:7 - Los primeros en ser bautizados son 12 hombres.
Hechos 19:24 - Quien inicia la revuelta es un hombre llamado Demetrino.
Hechos 19:31 - Las autoridades políticas en Éfeso eran hombres.
Hechos 19:35 - El secretario de la asamblea era un hombre.
Hechos 19:38 - Todas las autoridades y los que se oponían a Pablo eran hombres.
Amados, es claro desde la misma Escritura que Pablo no estaba corrigiendo el supuesto feminismo que algunos creen que dominaba la ciudad de Éfeso. En absoluto. Pablo no está corrigiendo el feminismo, Pablo está promoviendo el diseño divino y la voluntad de Dios para el hombre y la mujer tanto en la vida religiosa como familiar.
De hecho, lejos de apelar a la supuesta cultura feminista, Pablo apela al diseño de Dios en la creación y a la caída del ser humano cuando desobedeció a Dios. 1 Timoteo 2:13–14 “Porque Adán fue creado primero, después Eva. Y Adán no fue el engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión.”
LA CREACIÓN
En primer lugar, la creación. Dios creó al hombre como su primogénito, aquel que tenía el derecho y la responsabilidad de gobernar y enseñar. La mujer fue creada como su ayuda idónea. La misión es dada a los dos, pero la iban a cumplir de una manera diferente. Ambos debían gobernar sobre la creación pero por medio de roles distintos. Cuando Dios creó al hombre, trajo delante de él todos los animales para ser nombrados, esta posición de autoridad solo la ocupa el hombre, no la mujer. Así es como Dios ha diseñado su creación. Ahora bien, esto no quiere decir que la mujer tenga menos valor, tanto la mujer como el hombre han sido hecho a imagen de Dios.
Génesis 1:27 “Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Sin embargo, la forma en cómo cada sexo refleja esa image es diferente. El hombre lo hace por medio de su liderazgo, y la mujer lo hace por medio de su ayuda. Dios es llamado Rey, pero también es nuestro Ayudador y nuestro Consolador. De hecho, Cristo mismo tuvo una actitud sumisa y obediente al Padre.
Como vemos, el argumento que Pablo hace desde la Creación nos muestra que el rol de la mujer no tiene que ver con que ella no tenga los talentos para enseñar, o que no tenga el conocimiento para enseñar. No, de hecho, en muchas ocasiones, la mujer es mucho mejor para enseñar que el hombre. Conozco mujeres que pueden articular la verdad mejor que sus maridos, conozco mujeres que entienden el evangelio mejor que sus maridos. Esposas que tienen un don para la enseñanza que su marido no tiene. Sin embargo, el orden de la creación es claro. Primero fue hecho Adán, y después Eva para ayudarlo.
LA CAÍDA
En segundo lugar, Pablo argumenta desde la caída del ser humano. 1 Timoteo 2:14 “Y Adán no fue el engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión.”
Conexión con el evangelio: Antes de continuar, quiero dirigirme a cada persona que nos visita hoy, porque si bien es cierto que el texto dice que Eva cayó en transgresión, la realidad es que toda persona cayó bajo la maldición del pecado en ese momento. Y Dios responsabiliza a cada persona individualmente por su pecado. Por esta razón, toda la humanidad en su estado natural está condenada. Y esto, puede no parecer grave a nuestros ojos, después de todo, todos somos pecadores. Pero esto es parte del engaño de Satanás, de la misma forma que engañó a Eva haciéndole pensar que el juicio de Dios no vendría, así también lo hace con la humanidad en nuestro tiempo. Por eso 1 Timoteo 2:4 nos dice que Dios quiere que el hombre sea salvo y llegue al conocimiento de la verdad. Esta verdad es la que nos enseña la Biblia, que el hombre está camino a la condenación eterna por su pecado, y que a menos que tenga un buen abogado, el buen y justo juez lo condenará. Pero amado amigo, esta mala noticia no es la única que quiero darte, porque la buena notica es que este mismo texto nos muestra que en Jesús podemos ser justificados 1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,” A quienes nos visitas hoy, tú no puedes mediar entre tú y Dios, yo no puedo mediar entre tú y Dios, nadie excepto Cristo puede ser el mediador. Si quiere verdaderamente ser libre de la condenación eterna, no son tus obras, no son tus acciones, es Cristo el único. Ven a Él en arrepentimiento y fe. Me encantaría hablar de esto contigo al final del culto si esto es algo que quieres hacer hoy.
Por eso Pablo no está responsabilizando a Eva por la caída. De hecho, el responsable en la Escritura es Adán. En Génesis 3, después de la caída, Dios llama es a Adán, y no a Eva, aún sabiendo que fue Eva la primera en pecar. Pero también en el NT, Pablo responsabiliza a Adán por la entrada del pecado en la humanidad en Romanos 5:12. Y en última instancia, cada uno de nosotros es responsable por nuestro pecado delante de Dios.
Lo que el apóstol hace en 1 Timoteo es simplemente narrar el hecho histórico de la caída. Es una realidad que la mujer fue la engañada por la serpiente. Satanás confundió y engañó a Eva, y por eso comió del fruto. Algunos ha sugerido que es porque la mujer es más susceptible de ser engañada que el hombre porque tiende a considerar más las emociones propias y de los demás. Sin embargo, hacer tal sugerencia desde el texto me parece un poco especulativo.
En cualquier caso, Pablo no fundamenta su instrucción en la supuesta cultura feminista, sino en el orden de Dios para su creación y en la historia de la humanidad en su caída.
De modo que, la mujer, al aceptar su rol, muestra su piedad por medio de la actitud sumisa y obediente. Por eso la enseñanza pública de la iglesia está reservada única y exclusivamente para los hombres, ahora bien, esto no quiere decir que todo hombre, solo por ser hombre, puede enseñar. No, como veremos en el próximo sermón, solo hombres que estén calificados tanto en carácter como en dones y talentos pueden enseñar.
De hecho, los hombres que no enseñan deben tener la misma actitud sumisa y obediente que la Biblia exige de las mujeres frente a la enseñanza.
La mujer, lejos de tener una actitud crítica, defensiva o irreverente ante la enseñanza, debe aprender calladamente y con toda obediencia. De nuevo, la actitud del corazón es lo que está en mente.
EL LLAMADO DE LA MUJER
Así que, de nuevo, la mujer muestra su piedad en su decoro al vestir y también en la actitud sumisa y obediente aceptando el rol que Dios le dio tanto en la iglesia como el hogar. Esto es lo que veremos a continuación.
1 Timoteo 2:15 “Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con modestia.”
Como dije al principio, este sermón es complejo, ya que es necesario aclarar algunos conceptos antes de continuar con cada punto. Este versículo en particular, es complejo porque parece estar diciendo algo que no dice realmente. Así que, rápidamente vamos al punto.
La palabra salvación en este texto no significa justificación. Es decir, no es la salvación que el creyente recibe al unirse a Cristo por medio del arrepentimiento y la fe. Más bien, el significado de salvación en este texto es mejor entendido cuando leemos Filipenses 2:12 “Así que, amados míos, tal como siempre han obedecido, no solo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocúpense en su salvación con temor y temblor.”
Pablo usa el término salvación tanto en Filipenses como en 1 Timoteo de la misma forma, lo usa como un término amplio que implica obediencia a Dios. El cristiano debe crecer en salvación, es decir en obediencia a Dios. No obedece para ser justificado, obedece porque es justificado. Y en esto, la mujer mostrará su piedad, al obedecer y aceptar el rol que Dios le dio de engendrar hijos y criarlos como madre.
Es increíble como el feminismo ha engañado a las mujeres para creer que aquello a lo que Dios las ha llamado es malo. De nuevo, se repite lo mismo que en el Edén, la mujer siendo engañada para desechar lo que Dios ha mandado. Lo mismo ocurre en nuestros días, ser madre es visto como algo machista. Pero amados, lo que hace única a la mujer con respecto al hombre es que ella pueda dar a luz y el hombre no. Dios le ha dado este rol especial y único a la mujer. Esto la diferencia del hombre y la hace especial.
Ahora bien, quiero decir esto con un corazón pastoral y un poco quebrantado, porque sé que hay mujeres no solo en nuestra congregación, sino en la iglesia alrededor de todo el mundo que, bien por ser solteras o por impedimento físico, no han podido ser madres. Amada hermana, quiero decirte lo siguiente:
Tu dolor es nuestro dolor, estamos contigo en esto y oramos para que Dios te de paz cualquiera sea su voluntad.
Tu identidad no está en tener hijo, sino en que estás unida a Cristo. Colosenses 2:9–10 “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.” Lo que te hace plena es Cristo, no los hijos.
Tu obediencia a Cristo no está limitada a tu capacidad de tener hijos, puedes cumplir tu rol de muchas maneras que la Biblia manda.
Lo que Pablo tiene en mente, no es el tener o no hijos, sino la actitud de la mujer hacia el llamado y el rol que Dios le dio. Por eso, el texto nos hace una aclaratoria diciendo 1 Timoteo 2:15 “… si permanece en fe, amor y santidad, con modestia.” De principio a fin, la piedad interior es lo que Pablo tiene en mente, al igual que con los hombres que levantan manos, les exhorta a que estas manos sean santas, sin ira ni discusiones, asimismo, la piedad de la mujer debe verse en una actitud decorosa, sumisa y obediente tanto en casa como en la iglesia.
Oremos.