La heridas de nuestro creador

EPISTOLA DE 1 PEDRO  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Introducccion

Hoy continuamos con nuestro estudio de la primera carta de Pedro y llegamos a un punto crucial donde el apóstol se detiene para enfatizar la gracia de Dios a través de Jesucristo. En 1 Pedro 2:24, encontramos una enseñanza profunda sobre la salvación a través de nuestro Salvador:
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Y en 1 Pedro 2:25, leemos:
1 Pedro 2:25 “25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.”
Es como si dijera: “Mira, puedes enfocarte tanto en la política, el abuso o en asombrosa verdad de lo que Jesus hizo por ti.
Entonces, para nuestro estudio de hoy, vamos a poner a un lado el tema de la política por el momento y vamos a analizar el versículo 24 juntos. Hay 3 grandes verdaderas para entender el amor de Dios por ustedes
La primera frase es:
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”

1 VERDAD ES: El Sacrificio Voluntario de Cristo

Jesús llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.

Esas palabras "Él mismo" se destacan en el original, resaltando que solo Él podía hacerlo.
No hay otra persona que pueda pagar por nuestros pecados.Pero Jesús lo hizo, Él mismo.
Cuando Pedro dice "llevó nuestros pecados", nos transporta al Antiguo Testamento, al Día de Expiación
En ese evento, una vez al año, el Sumo Sacerdote confesaba los pecados del pueblo sobre la cabeza de un cabrito inocente. Ponía sus manos sobre la cabeza del cabrito, simbolizando la transferencia de los pecados del pueblo al animal, El animal sacrificado ejercia de sustituto para el castigo del pecado. (Levítico 4).
Pedro usa una palabra SOBRE que significa "soportar" o "quitar", apuntando a esta analogía.
Jesús fue el último portador del pecado.
Representado por ese animal inocente que cargaba los pecados del pueblo, Jesucristo, el inocente cordero de Dios, llevó los pecados del mundo 1 Juan 2:2 “2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
Es importante notar que el Día de Expiación nunca resolvía el problema de forma permanente. El Sumo Sacerdote tenía que repetir el ritual cada año. "Expiación" en hebreo significa "cubrir", no cancelar. Así, sacrificar un cordero no podía eliminar el pecado de manera definitiva.
Cada año, los pecados del pueblo se recitaban y se seguía el mismo ritual, incrementando la deuda del pecado. Pero esto se hacía con la esperanza de que un día, el símbolo sería reemplazado por la realidad: la expiación final y permanente.
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Pedro ahora nos señala a Cristo colgado en la cruz. En la cruz, la deuda acumulada de los pecados de toda la humanidad, desde el primer pecado hasta el último que se cometerá, fue pagada en su totalidad.
Jesús los llevó todos en Su cuerpo sobre el madero .
Pero, ¿cómo sabemos que Dios ha cancelado todos nuestros pecados y no los ha cubierto temporalmente?
Colosenses 2:13–14 “13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,”
No fue cancelada temporalmente. No se sigue acumulando para un juicio posterior – fue cancelada, por completo. ¡La deuda está pagada en su totalidad!
Note nuevamente cómo Pedro escribe, Él mismo llevó nuestros pecados – Pedro está reconociendo sus propios pecados aquí también.
Lo que sería alentador para sus lectores que podrían haber pensado que el apóstol Pedro no era tan malo como ellos.
Pero Pedro se incluye a sí mismo como diciendo: “Él murió por mis pecados también”.
Pero déjame advertirle: usted no va al cielo solo porque creer que Jesús murió en la cruz por el pecado.
El diablo cree que Jesús murió en la cruz; de hecho, él lo presenció.
Hermnaos Tiene que haber un momento en su vida cuando entienda y admita en arrepentimiento, “Jesús murió por mis pecados. Jesús murió por mí. Jesús pagó mi pena de muerte.
Pagó el precio de mis crímenes contra la santidad de Dios.
Como verá, no es hasta que admitimos que somos pecadores, culpables , que nuestros pecados fueron puestos sobre Jesús en la cruz, y asi experimentar personalmente su perdón.
Hechos de los Apóstoles 3:19 “19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,”
1 Juan 1:9 “9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Juan 1:12 “12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
Es reconocerlo como Senor, como salvador, arrepentirse y convertirse, es un acto de fe, es creer en su obra.
¿Quiere decir que cuando pongo mi fe en lo que Jesús hizo por mí, cada uno de mis pecados son pagados – pasado, presente y futuro? SI
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
Note nuevamente: Él mismo llevó nuestros. Note la pluralidad de esa palabra que Pedro usa para indicar las multitudes de pecados cometidos.
Es como si dijera: sí, Jesús pagó la pena por cada pecado imaginable, cada pecado escondido – todos sus pecados pasados; todos sus pecados presentes y todos sus pecados futuros. Todos ellos fueron en un momento dado colocados sobre Jesús en la cruz.
De hecho, Pedro usa el verbo llevarÉl llevó– en otras palabras, este fue un acto definitivo, no una práctica repetida. Sucedió en un momento en particular – en el Calvario.
Observe una vez más lo que Pedro escribe: Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo.
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Note nuevamente, él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.
Esta era la expresión típica de Pedro para la cruz. El madero, la cruz de madera.
Pedro nuevamente se basa en el Antiguo Testamento, esta vez en la gran profecía de Isaías del Salvador sufriente. Isaías escribe en el capítulo 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados… Versículo 6. Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Allí, en la cruz, nuestro pecado cayó sobre Él.
AHORA!
Tal vez ahora se esté preguntando: ¿por qué Dios no puede simplemente perdonar la deuda de nuestro pecado? Es decir, ¿no podría perdonar sin ningún tipo de pago?
Aquí está el problema: Dios es un juez justo y alguien tiene que cubrir los daños. Alguien tiene que pagar la pena justa por el pecado.
ILUSTRACIONES
Él escribe: Digamos que su vecino choca su auto. Cuando descubre el desastre le dice: “Mira, no se preocupes por los daños, todo está perdonado”. Ahora, perdonar a su vecino no repara los daños ni elimina la factura para reparar su auto; simplemente significa que está dispuesto a asumir el costo.
Imagina que alguien toma prestado dinero de un amigo y promete devolverlo en una fecha específica. Sin embargo, la fecha llega y la persona no puede devolver el dinero porque ha gastado todo en otras cosas. El amigo, al enterarse de la situación, podría decir: "No te preocupes por devolverme el dinero, te perdono la deuda".
En este caso, perdonar la deuda no significa que el dinero desaparezca o que no haya consecuencias. El amigo todavía sufre una pérdida financiera porque no recibe el dinero que esperaba. El perdón implica que el amigo está dispuesto a aceptar esa pérdida y renunciar a su derecho de reclamar el dinero prestado.
De manera similar, cuando se habla de que Dios no puede simplemente perdonar el pecado sin ningún tipo de pago, es porque hay un principio de justicia involucrado.
El pecado tiene consecuencias y alguien debe cubrir esas consecuencias.
Jesucristo asumió ese costo en lugar nuestro, pagando con su vida para redimirnos del pecado, de manera que Dios, siendo justo, puede perdonarnos y restaurar nuestra relación con Él.
Entonces, ¿por qué Dios no puede simplemente perdonar la deuda del pecado? Bueno, eso es exactamente lo que hizo en la cruz: Dios ciertamente está perdonando la deuda, pero lo hace pasándole la cuenta a Su Hijo.
Dios efectivamente paga el costo de su pecado y el mío.
Ahora, dado todo esto, Pedro nos dice que hay algo que debemos hacer al respecto.
Note la mitad del versículo 24: para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.
Por lo tanto, a la sustitución voluntaria debe seguirle, por nuestra parte –A UNA SEGUNDA VERDAD

una responsabilidad

1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Considere lo siguiente. Cuando llega el día de la madre, ¿qué es lo que hace? Primeramente, espero que sea acordarse y saludar su madre, le compra una regalo. Pero sin importar lo que haga, ¿podría realmente devolverle el favor a su propia madre?
¿Podría pagarle por el increíble dolor de darle a luz?
¿De verdad cree que ayudarle a sacar la basura igualó las cosas? o preparar el desayuno.
¿Puede pagarle 9 meses de dolor y luego 19 años de purgatorio?
¿Puede devolverle el que lo alimentara, vistiera, protegiera y le enseñara a ir al baño? Se lo debe a su madre. Créeme, su padre tuvo poco que ver con eso.
Mamás, este tributo es para ustedes. Lo que hacen esimpagable.
De igual manera el sacrificio de Jesus , al ser nuestro sustituto perfecto lo hizo para que vivamos a la justicia, ya nada bajo la consecuencia del pecado, no hay nada que podamos hacer para pagar lo que Cristo a hecho.
1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
tratar de pagar el impagable sacrificio de Cristo con las baratijas que buscamos ofrecer no es más que un insulto.
Efesios 2:8 “8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”
Pedro continúa diciendo: sin embargo, hay algo que usted puede hacer. Lo llamaremos una responsabilidad
En el versículo 24 leemos: para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.
Pedro está mirando hacia atrás al momento que nacimos de nuevo por medio de la fe en la obra de Cristo en la cruz – y nota que, en ese momento de nuestra conversión, la relación familiar con el pecado terminó. Aunque pecamos, ya no estamos atados a él.
Un e Pedro está diciendo, “para que nosotros, al no tener relación con los pecados”, ahora tengamos una nueva relación – que es con la justicia.
Entonces, para resumir, Pedro nos está diciendo que debido al pago integral de Cristo por todo lo que es pecaminoso en nosotros, ahora podemos elegir diariamente – en lugar de tener una relación con una vida pecaminosa, tendremos una relación con una vida justa – esta es nuestra responsabildiad y obligación con nuestro Redentor, el Señor vivo y verdadero.
En pocas palabras, debemos vivir de tal manera que busquemos práctica y experimentalmente esta obligación de tener una relación correcta con Jesucristo y Su carácter santo debido a todo lo que Él ha hecho por nosotros.
Así que existe esta sustitución voluntaria, hay a responsabilidad . En tercer lugar, vemos una:

UNA PERPECTIVAS CORRECTA

1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”

La palabra que Pedro usa aquí para herida se usa como una referencia general, un sinónimo para todo el sufrimiento y el dolor y la agonía que Jesús sufrió al morir.
Por Su herida fuisteis sanados.
La sanidad A LA Pedro se refieren aquí es espiritual, no física. Si Pedro estaba enseñando que la expiación de Cristo trajo salud física a los creyentes, entonces puede imaginar cuántos de los oyentes de esta carta se habrían sorprendido y habrían quedado confundidos… simplemente porque algunos de ellos estaban enfermos, todos estaban envejeciendo y algunos de ellos estaban muriendo.
Ahora, es cierto que la expiación finalmente traerá sanidad física a cada creyente en el cielo donde le espera un nuevo cuerpo, sin enfermedad y sin dolor y sin muerte (Apocalipsis 21 y 22). Entonces, aún esperamos el cumplimiento final de las promesas de Dios, donde recibiremos sanidad física completa,
ILUSTRACION, MI PAPA NO ESTA SUFRIENDO MAS CON SUS RINONES.
En la cruz, Cristo murió por nuestros pecados, pero los cristianos todavía pecamos; Jesús conquistó la tumba, pero los cristianos siguen muriendo.
Pedro está entregando el evangelio: las buenas noticias de la muerte de Cristo en la cruz y el pago por nuestro pecado: estas son las buenas noticias del perdón
Escuche, su perdón durará mucho más que su salud.
Y eso es porque Jesús murió en la cruz para pagar la pena por sus pecados. NO DE SALUD
Él fue hecho pecado por nosotros, no enfermedad.
De hecho, mire el comienzo de este versículo:
él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.
Su sustitución voluntaria nos lleva a una RESPONSABILIDAD de vivir en santidad, respaldada por un creciente sentido de anticipación cuando nuestros cuerpos glorificados serán perfectos y completos, tal como nuestros espíritus han sido sanados por medio de Cristo.
Sí, hay sanidad física en la expiación, así como hay liberación del pecado y de la muerte, pero el cumplimiento de todo eso es algo que todavía anticipamos para el futuro.
Y es para nosotros una anticipación creciente.
Por Su herida fuisteis sanados espiritualmente – y anticipamos ser sanados físicamente algún día, de forma permanente y perfecta.

Conclusión

Dios tiene heridas. ¡Qué evangelio tan increíble!
El Creador ha sido molido, golpeado y marcado por nosotros.
Cuando el Señor resucitado se apareció a Sus discípulos, Tomás se perdió la reunión. Y cuando le dijeron que Jesús se les había aparecido, no les creyó. El dijo:
Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.
Tomás exigió evidencia empírica. Y Jesús se inclina con humildad para dársela porque la próxima vez que Jesús aparece, invita a Tomás a extender su mano y tocar las huellas de los clavos en Sus manos y la cicatriz de la lanza en Su costado, revelando que Jesús ha conservado Sus cicatrices.
De hecho, es esta obra expiatoria en la cruz lo que Cristo quiere que nunca nos olvidemos como iglesia, por lo que instituyó la cena del Señor que sirve como un recordatorio continuo de Su sacrificio y Su muerte.
Cuando Israel se arrepienta al final de la Tribulación y luego vean al Señor descender, con nosotros, para establecer Su reino, el profeta Zacarías destaca este mismo tema cuando cita al Mesías que dice: “Me mirarán a mí, a quien traspasaron” (Zacarías 12:10).
Imagínese, nuestro Salvador ha elegido conservar Sus heridas y exhibirlas por toda la eternidad… aunque por Su obra expiatoria y Su gracia divina Él ha escogido que un día en el cielo sanará todas las nuestras.
Serán un recordatorio eterno. Cada vez que miremos a Jesús, nos acordaremos – por Su herida… por esas heridas fuimos y somos y por siempre seremos sanados.
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