Consagrados (2)
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Gracia Divina
Gracia Divina
Texto base: Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Introducción:
• Definición de la gracia: Explicar que la gracia es el favor inmerecido de Dios hacia la humanidad. No es algo que podamos ganar por nuestros méritos o buenas obras, sino un regalo gratuito que Dios nos ofrece por amor.
• Importancia de la gracia en la teología cristiana: Sin la gracia, no habría salvación. Es la esencia del Evangelio.
1. La Gracia es Inmerecida
• Romano 3:23-24: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.”
• Todos somos pecadores y hemos fallado ante Dios. No hay nada que podamos hacer para ganar la salvación por nosotros mismos.
• La gracia no depende de nuestra bondad, sino de la bondad de Dios. Él nos ama y nos ofrece la salvación, a pesar de nuestras faltas.
2. La Gracia es Transformadora
• Tito 2:11-12: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.”
• La gracia no solo nos salva, sino que también nos transforma. Nos enseña a vivir de una manera que agrada a Dios.
• Cuando experimentamos la gracia, nuestra vida cambia. Nos alejamos del pecado y buscamos vivir en la voluntad de Dios.
3. La Gracia es Suficiente
• 2 Corintios 12:9: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”
• La gracia de Dios es suficiente en todas las circunstancias. No importa cuán grande sea nuestra debilidad o dificultad, su gracia nos sostiene.
• Podemos confiar en que, aunque no seamos perfectos, la gracia de Dios nos fortalecerá y nos llevará a través de cada desafío.
4. La Gracia debe ser Compartida
• Mateo 10:8: “De gracia recibisteis, dad de gracia.”
• La gracia que hemos recibido de Dios no es solo para nosotros, sino que debe ser compartida con los demás.
• Esto significa mostrar amor, perdón y misericordia a los demás, tal como Dios lo ha hecho con nosotros. Debemos ser canales de la gracia divina en el mundo.
Conclusión:
• Un llamado a aceptar la gracia: Invitar a la congregación a reflexionar sobre la inmensidad de la gracia de Dios y a aceptar este regalo con un corazón agradecido.
• Vivir en la gracia: Exhortar a los creyentes a vivir cada día conscientes de la gracia divina, permitiendo que transforme sus vidas y los impulse a extenderla a los demás.
Tenemos que resaltar la naturaleza generosa y transformadora de la gracia de Dios y exhorta a los creyentes a vivir en respuesta a esa gracia, tanto en su vida personal como en su interacción con los demás.
