La Salvación un regalo de Dios
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· 71 viewsLa salvación es un proceso por el cual se debe cumplir lo estipulado por Dios sin recortar ninguno ni cambiarlo.
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La Salvación un regalo de Dios
La Salvación un regalo de Dios
Romanos 10:13–17 (RVR60)
13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! 16Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Introducción
Introducción
Sobre el tema de la salvación existen muchas opiniones, algunas de ellas están muy alejadas de la doctrina bíblica.
Sabemos que la salvación es por gracia pero nos cuesta dejar de atribuirle méritos a las buenas obras.
El problema con las obras es que, con el mínimo esfuerzo que hacemos nos creemos con derechos de exigir a Dios su salvación.
Pero las buenas obras deben ser el resultado de un corazón agradecido cuyo objetivo es agradar al que nos amó sin condición. Por tanto no se limita a hacer el mínimo esfuerzo sino en esforzarnos ha hacer lo máximo.
Por tanto, la salvación es un regalo de Dios que ofrece gratuitamente.
La Biblia nos enseña el proceso correcto para la salvación, la cual depende total y exclusivamente de Dios. Salmo 3:8 “La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah”
Invocar
Invocar
Romanos 10:13 “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Pablo inicia poniendo en el centro de la salvación a Cristo. Quien invoca Su Nombre será salvo.
Invocar es clamar por salvación en adoración y humildad.
Esta incluye una actitud sincera sin hipocresía, sin ningún interés egoísta de cumplir deseos carnales o terrenales.
Sino con el genuino y sincero deseo de ser salvos, anhelar su presencia para estar con Él siempre.
Cuando invocamos a Dios anhelando su presencia más que cualquier otra cosa, entonces lo material viene por añadidura.
Lucas 18:29–30 “Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.”
Pero para poder invocar es necesario creer.
Romanos 10:14 “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?…”
En este caso creer se refiere a la fe en Jesucristo. (pistis = creer y fiel)
La fe es la confianza plena e inquebrantable en que el Señor escucha nuestra oración y la responderá conforme a su propósito.
Confiar sin ninguna duda aun cuando las circunstancias sean difíciles. Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
De manera que pueden invocar al Señor los que creen y confían en Él. Quienes han sabido que Él es la única esperanza para la humanidad.
Conocer
Conocer
Romanos 10:14 “…¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?…”
Oír (Okoúo) Se refiere a escuchar, entender, aprender y poner en práctica.
El solo oír sin entender no nos lleva al conocimiento, menos aun a la salvación.
Hebreos 2:1 “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”
Para creer hay que conocer, no es cierto que la fe es ciega. Está basada en el conocimiento que de Dios.
Sabemos que Él es fiel y que su propósito se cumplirá aunque el rumbo de los acontecimientos aparentan lo contrario.
Sería ciega en el sentido de que no vemos materialmente la respuesta pero creemos que sucederá y la recibiremos.
Pero no en el sentido espiritual, porque se basa en que aprendemos de la Biblia el testimonio de Dios y por tanto, llegamos a conocerlo para confiar en Él.
De manera que, llegamos a creer en El Señor cuando escuchamos de Él, El Espíritu Santo abre nuestro entendimiento para que podamos creer e invoquemos su nombre para Salvación.
El evangelio no es vivir en ignorancia, es tener el conocimiento de Dios. Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento...”
Romanos 10:14 “…¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”
Pero para que aprendan y tenga fe es necesario que alguien se disponga a predicar, nadie lo hará sino solo la iglesia.
Predicar significa proclamar la verdad del evangelio de Jesucristo escrito en su Palabra. No hablar por hablar.
Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
La Palabra de Dios es viva cuando se proclama con autoridad y tiene el respaldo de Dios.
Aunque no todos tenemos el don de la predicación, si podemos traer personas para que escuchen el mensaje de salvación, podemos testificar de lo que Cristo ha hecho por nosotros, visitarlos y encaminarlos en el camino de la salvación.
Enviar
Enviar
Romanos 10:15 “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Ser enviado significa estar bajo una cobertura dirigida por El Espíritu Santo y ser encomendado para predicar la Palabra de Dios.
Dios es de orden y no de confusión (1 Corintios 14:33)
El apóstol Pablo, siendo uno de los más grandes apóstoles de la iglesia, se sujetó a su cobertura y fue enviado.
Hechos de los Apóstoles 13:1–3 “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”
Enviado (Apostelo) Persona apartada para enviarla a una misión. (Pempo enviar o despachar)
En contra de lo que muchos enseñan, el ministerio apostólico aun opera en la iglesia, pero no en la manera que enseñan algunos que quieren enseñorearse sobre la iglesia para reclamar honra.
Es alguien que es enviado para predicar el evangelio de salvación, que está dispuesto a servir y no ser servido. Marcos 10:45 “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Misionero es una palabra latina que significa enviado. Apostelo es griega que significa lo mismo.
Son bienaventurados aquellos que se disponen para predicar el evangelio de salvación. Romanos 10:15 “…Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Conclusión
Conclusión
Aunque la misión de predicar el evangelio sea encomendada por Dios mismo y con el poder del Espíritu Santo, no todos estarán dispuestos a atender el mensaje del evangelio. Romanos 10:16 “Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?”
Ir a predicar el evangelio con el poder de Dios no es garantía de que todos escucharán y se volverán a Dios.
Pero nuestra misión no es convertir personas sino predicar el evangelio. Marcos 16:15–16 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
En nuestra tierra el mensaje del evangelio es predicado, ya no somos ignorantes del llamado de Dios.
¿Tienes seguridad de tu salvación, batallas con la duda? Deja que El Espíritu Santo ilumine tu entendimiento, te guíe a rendir tu vida a Cristo y tengas la seguridad de tu salvación.
¿Seremos de los que atienden o de los que rechazan el mensaje?
DESFILE 21 DE SEPTIEMBRE 9:00 AM EN EL TRIANGULO