Vasos de Barro
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· 30 viewsSomos portadores de la gloria de Dios, aunque seguimos siendo vasos de barro, para que la gloria sea a Dios y no a nosotros.
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Vasos de Barro
Vasos de Barro
2 Corintios 4:7–10
7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
Introducción
Introducción
En esta carta Pablo se ve en la necesidad de defender su ministerio debido al rechazo de los hermanos de Corinto, pues su apariencia física es débil y sencilla.
2 Corintios 10:10 “Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.”
Pablo había sufrido mucho físicamente por causa del evangelio.
Es posible que tuviera problemas de la vista: Gálatas 6:11 “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.”
Sufrió el aguijón de la carne: 2 Corintios 12:7 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;”
El cuerpo de Pablo estaba muy maltratado, no era un impresionante cuerpo atlético… por eso, algunos hermanos lo menospreciaban, se dejaban impresionar por otros supuestos apóstoles por su buena apariencia y elocuencia.
2 Corintios 11:5 “y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles.”
A Pablo no le preocupaba mucho la apariencia física, pero se esforzaba por anunciar las verdades del evangelio y apreciar el tesoro que estaba en su interior.
Pablo enseña que lo valioso del cristiano es el tesoro en su interior, pues nuestros cuerpos son como sencillos vasos de barro.
Vasos de Barro
Vasos de Barro
2 Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
Una joya o un artículo de mucho valor se procura guardar en un contenedor atractivo y de buena calidad, acorde al valor del artículo.
Desde la antigüedad existían los joyeros, los cuales eran de madera fina, bronce o plata.
Los joyeros destacan por su belleza y que posteriormente también eran cajas de música. Hoy día también se usan cajas fuertes.
Pero nunca se utilizaría un recipiente de barro tosco para guardar joyas. Pues los utensilios de barro son toscos y de poco valor.
Aun así el contenedor adquiere valor por los tesoros que guarda.
Con humildad Pablo reconoce que es un vaso de barro que contiene un tesoro de valor incalculable.
Somos creados del polvo de la tierra. Génesis 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
Los vasos de barro son humildes porque el barro es fácil de conseguir, los ricos no los usarían, pero si los pobres.
El vaso de barro no tiene brillo o esplendor, imperfecto y frágil por tanto no es apreciado por su valor.
Pero Dios ha puesto el tesoro del evangelio, la salvación y la revelación espiritual sencillos vasos de barro.
Esto con el objetivo de no jactarnos, sino que toda la gloria se para Dios 2 Corintios 4:7 “… para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
Nuestro crecimiento y éxitos en el evangelio es debido a la misericordia de Dios, por tanto no podemos jactarnos. Salmo 115:1 “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.”
Tanto ricos como pobres, de linaje real o plebeyo, todos somos frágiles vasos de barro, corrompidos por el pecado que sin Cristo nada de material puede darnos valor.
Romanos 9:20–21 “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?”
Atribulados mas no angustiados
Atribulados mas no angustiados
2 Corintios 4:8–9 “8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;”
Teniendo ese tesoro, Pablo no lo angustiaban las tribulaciones, porque Jesucristo que moraba en su corazón lo sostenía.
Atribulados mas no angustiados:
Las dificultades que lo ponían en apuros, como la carencia para suplir las necesidades no lo desesperaban porque había aprendido que el Señor es su proveedor. Filipenses 4:12–13 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Las persecuciones no lo afligían porque sabía que no estaba desamparado, que El Señor estaba con él siempre. Lo experimentó en Filipo cuando fue apresado. (Hechos 16)
En apuros mas no desesperados:
Los problemas no lo desesperaban, había aprendido a confiar y a esperar en El Señor, había experimentado la ayuda Dios que lo había sostenido en muchas ocaciones. El mismo escribió: Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Perseguidos mas no desamparados:
Por predicar el evangelio Pablo sufría persecución, pero esto no lo afligía porque, aunque humanamente estaba solo, estaba seguro que El Señor estaba con él: 2 Timoteo 4:16–17 “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.”
Pablo no le preocupaba ni se quejaba si estaba solo, con el Señor tenía más que suficiente: 1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”
Derribado pero no destruido:
Podrían derribarlo o humillarlo, pero los ataques, insultos o acusaciones no lo podían destruir (a pesar de ser un frágil recipiente de barro), porque el tesoro dentro de él lo hacía fuerte. 2 Corintios 12:10 “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Había llegado a comprender lo valioso que es el evangelio y que valían la pena los sufrimientos por causa de Cristo.
No te desesperes, no claudiques, no permitas que la amargura, el dolor o la decepción determine tus desiciones…
Si El Señor está con nosotros, estaremos bien. El hombre falla pero El Señor es fiel. Salmo 46:1–2 “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;”
Morir para vivir
Morir para vivir
2 Corintios 4:10 “llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.”
Pablo entendía que lo valioso en su vida es el evangelio, por tanto, no le importaba ser destruido en el cuerpo, pero que se manifestara la vida de Jesús en su vida.
No le preocupaba el desgaste o consumación del cuerpo físico, (aunque procuraba cuidarlo), pues tenía firme la esperanza de la transformación de un cuerpo glorificado. 2 Corintios 5:1 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.”
Entregar la vida a Cristo significa renuncias a nosotros mismos para que Cristo viva en nosotros.
No le interesaba a Pablo tener una apariencia física impresionante, tampoco un mensaje elocuente, lo que a Pablo le importaba era proclamar el mensaje del evangelio.
Es importante cuidar nuestro cuerpo y hacer deporte, pero que esto no se convierta en nuestra obsesión pues este cuerpo es temporal, debemos procurar edificar nuestro cuerpo espiritual.
Procura que el tesoro que hay en tu vida también pueda estar en otros vasos de barro.
2 Corintios 4:5 “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.”
Conclusión
Conclusión
Conforme crecemos en el evangelio debemos aprender que el tesoro más valioso es el evangelio de Jesucristo en nosotros.
Es un tesoro que Dios lo ofrece gratuitamente a todos los que reconozcan a Jesucristo como Señor y Salvador.
Cuando comprendemos esta realidad, no sentiremos vergüenza por el evangelio. Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Comprenderemos que los éxitos y riquezas de este mundo no determinan nuestros valor, lo determina Cristo en nosotros.
