La unidad en la iglesia

Dominical  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 14 views

La vocación cristiana implica mostrar características particulares en nuestra convivencia social en la iglesia.

Notes
Transcript

La unidad en la iglesia

Efesios 4:1–6
1Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

Introducción

En su segundo viaje misionero, Pablo predicó brevemente en Efeso, pero en su tercer viaje, encontró una comunidad cristiana floreciente. Apolos les predicó el bautismo de Juan, pero Pablo los bautizo en el bautismo de Cristo y recibieron el Espíritu Santo.
Años después Pablo les escribe estando en la prisión. Esta epístola contiene importante doctrina cristiana como la de la salvación por gracia (Efesios 2).
Pero también trata un tema importante de la época: “el racismo”: Efesios 2:14–1614Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Había racismo de los judíos a los gentiles, pero también de los romanos a los que no lo eran. Este racismo se veía también en la iglesia.
Habiendo expuesto que en Cristo tenemos salvación por medio de su sacrificio, y que en Él todos somos un solo cuerpo, Pablo nos exhorta a esforzarnos por mantener la unidad entre cristianos.

Vocación

Efesios 4:1Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.
El apóstol apela a su condición y sufrimientos de prisionero por la causa de Cristo, para exhortarnos a cumplir nuestra vocación.
Entendemos que una vocación es un gusto o deseo por desarrollar cierta profesión, tarea o trabajo, lo cual se hace con destreza, voluntariamente y con amor.
El llamado de Dios es una vocación, en el cual nos sentimos bien y nos gusta amar y servir a Dios, es un deseos de conducirnos en santidad. 1 Pedro 1:16porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Profesamos el evangelio porque fuimos llamados por Dios, esa es nuestra vocación, nuestro destino.
2 Timoteo 1:9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Obedecer a Dios y vivir en santidad son acciones que hacemos con gusto y alegría porque es nuestra vocación.
Los que aman el pecado, han rechazado el llamado de Dios, les es desagradable obedecer y santificarse.
Quienes se justifican o se esconde para pecar, no engañan a nadie solo a ellos mismo.

La unidad

Efesios 4:2–3Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Existen virtudes o características que evidenciarán nuestra vocación. Todas estas están vinculadas.
La humildad:
La humildad no se limita a una apariencia externa, vestimenta o apariencia de pobreza.
La humildad es despojarse del orgullo, altivez, vanagloria, egoísmo, virtudes que se evidencia en el carácter, en la personalidad no en la apariencia externa.
La humildad es interesarse por los demás, no considerarse superior a los demás sino reconocer sus virtudes y tener consideración ante sus carencias. 1 Corintios 10:24Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Es pues la humildad interesarse positivamente en los demás y despojarse del orgullo.
La mansedumbre:
La mansedumbre es la capacidad de mantener la serenidad ante la crisis o los ataques. La mansedumbre es contraria a la violencia (física o psicológica).
Los que tienen la vocación a la santidad manifiestan la mansedumbre cuando son hostigados o presionados para hacer lo malo.
La mansedumbre demuestra una gran capacidad de dominio propio.
Paciencia:
La paciencia en la Biblia tiene un significado de ser inconmovible, imperturbable. No es fácil de desesperar o alterar.
Cuando hay conflictos permanecen invariables, no se dejan arrastrar por la ira, el enojo o la violencia, soportan porque sus convicciones son fuertes.
Ante las dificultades que enfrentamos entre hermanos debemos practicar la paciencia cuando alguien es movido por la ira, el orgullo o la inseguridad, debemos tener paciencia con ellos y tener compasión.
El amor:
El amor es la virtud suprema que une todas las anteriores, cuando tenemos el amor de Dios, amaremos a nuestro hermano, incluso los difíciles de soportar, entonces seremos humildes, mansos y pacientes.
El amor de Dios lo obtenemos cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador: 1 Juan 4:7–8Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Si tenemos el amor de Dios nada nos afectará porque estamos seguros de lo que somos en Él y no importará lo que piensen los demás, no seremos conmovidos.
La paz:
Soportándonos unos a otros con humildad, mansedumbre, paciencia y amor, estaremos en paz con los demás, y la paz será ese vínculo para mantener la unidad, sin pleitos, envidias o malos deseos.
En las relaciones personales siempre habrán diferencia de opiniones, diferentes gustos, diferentes maneras de ver las cosas y hasta diferentes costumbres.
Pero estos ingredientes: La humildad, mansedumbre, paciencia y amor. Nos permitirán convivir en unidad y armonía aceptando nuestras diferencias, tomando en cuenta las opiniones para llegar a un común acuerdo.
Este consejo nos da la Palabra porque es necesario mantener la unidad personal con los hermanos. Los que prefieren vivir un “evangelio” solitario, no podrán ejercer estas virtudes y su vocación porque están desobedeciendo el llamado a la unidad.

El ejemplo de la deidad

Efesios 4:4–6un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Aunque habemos muchas congregaciones somos un CUERPO, una sola iglesia universal en Cristo Jesús.
Guiados por un solo ESPÍRITU SANTO.
Llamados a una misma ESPERANZA, la cual es la consumación de nuestra redención, la salvación de la condenación y la vida eterna.
Una solo SEÑOR, Cristo es la cabeza de la iglesia.
Tenemos una sola FE en Cristo, no en más dioses o ídolos.
Confirmamos nuestra profesión de fe en un solo BAUTISMO.
Adoramos a un solo DIOS que es nuestro Padre, quien es sobre todos .
Dios está sobre todos porque es nuestro rey, nuestro Señor, protector, proveedor, habitamos bajo su abrigo.
Dios está por todos, significa que nos une con nuestros hermanos, estamos en el mismo sentir, en un mismo pensamiento Romanos 15:5Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.” Esto nos convierte en un solo cuerpo, una sola identidad: La iglesia.
Dios está: Esto significa que, a pesar de que todos nos convertimos en un cuerpo en Cristo, no perdemos nuestra identidad ni individualidad, porque así como Dios está y actúa en su iglesia, está y actúa en cada un en particular.
Por tal razón Pablo nos exhorta a mantener esa unidad, pues es una prioridad. El Señor oró por eso: Juan 17:20–21Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”

Conclusión

Si vives en conflictos, enemistades, desacuerdos, discusiones, pleitos constantes, debes hacer un alto y entender que no son las características de un cristiano verdadero. Puedes tener muchas razones o pretexto para la enemistad pero aun así no es aprobado por Dios.
1 Pedro 1:22–23 (LBLA) “22 Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro. 23 Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
Hoy el Señor nos recuerda nuestra vocación y nos llama a buscar y practicar la unidad.
Si te es muy difícil cumplir con estos requisitos, es muy posible que no estes caminando en la vocación santa.
Por nuestra cuenta nos es muy difícil cumplir este llamado, pues es una vocación dada por el Padre celestial.
Si esta es tu situación, clama a Él misericordia pues es evidencia de una vida no regenerada.
Es necesario rendir nuestra vida a Él, despojarnos de todo orgullo y reconocer que somos pecadores y clamar la misericordia de Dios.
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.