EXCUSAS Y PRIORIDADES
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LUCAS 14:15-24
LUCAS 14:15-24
Voy a contarles una historia real.
Hace unos años, un hombre de negocios exitoso tenía una esposa maravillosa y dos hijos pequeños. Pero él siempre estaba “demasiado ocupado” para ellos. Siempre decía:
“Cuando termine este proyecto, les dedicaré más tiempo.”
“Cuando la empresa crezca, haremos ese viaje juntos.”
“Cuando las cosas se calmen, iremos a la iglesia en familia.”
Pero nunca llegó el momento. Un día, sufrió un infarto en su oficina. Sobrevivió, pero el médico le dijo:
“Tienes que cambiar tu estilo de vida o no vas a ver crecer a tus hijos.”
Esa crisis lo despertó. Se dio cuenta de que había puesto sus prioridades en el orden equivocado. Lo urgente lo había distraído de lo importante.
Y aquí surge la pregunta para ti: ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Estás posponiendo lo realmente importante?
Desarrollo del mensaje – La parábola del gran banquete
En Lucas 14:15-24, Jesús cuenta la parábola de un hombre que organiza un gran banquete y envía invitaciones. Pero todos los invitados tienen excusas:
“Acabo de comprar un terreno y necesito verlo.”
“Compré cinco yuntas de bueyes y tengo que probarlas.”
“Me casé y no puedo ir.”
El dueño del banquete se enoja y dice:
“Inviten a los pobres, a los cojos, a los ciegos y a los que nadie toma en cuenta.”
¡Qué tipos más ocupados! Parece que vivían en el siglo XXI. Hoy en día nuestras excusas han cambiado, pero el problema es el mismo: Dios nos invita a algo grandioso, pero siempre tenemos “algo más importante” que hacer.
“No tengo tiempo para orar porque mi agenda está llena.”
“No puedo ir a la iglesia porque los domingos son para descansar.”
“Voy a buscar a Dios cuando tenga menos problemas.”
Pero aquí entra Marcos 8:36:
“¿De qué le sirve a alguien ganar el mundo entero, si pierde su alma?”
La gente se mata trabajando, sacrificando su salud y su familia para tener más. Pero… ¿qué pasa si al final de la vida se dan cuenta de que invirtieron tiempo en lo equivocado?
Momento Gracioso para Conectar
Hermanos, la Biblia dice que los invitados rechazaron la invitación al banquete con unas excusas tremendas.
Uno dijo:
“Acabo de comprar un terreno y necesito verlo.”
A ver… ¿quién compra un terreno sin verlo antes? ¿Quién firma los papeles y después dice: “Voy a ver si compré una montaña o un pantano”?
2. El otro dijo:
“Compré cinco yuntas de bueyes y tengo que probarlas.”
¿Se imaginan? Es como si alguien comprara un auto sin saber si arranca. Es el equivalente a comprar un carro sin llantas y después decir: “Déjame ver si funciona.”
Y el mejor de todos:
“Me casé y no puedo ir.”
¡Bueno, ese sí puede ser un problema real! Capaz la esposa le dijo: “No vas a ningún lado, tenemos que ver la serie que dejamos a medias.”
Pero, hablando en serio, si lo piensan, nosotros usamos excusas igual de ridículas para posponer las cosas de Dios.
“No tengo tiempo para orar, pero sí para ver 3 horas de TikTok.”
“No puedo ir a la iglesia, pero sí a una boda con 40°C a la sombra y traje de gala.”
“No tengo para el la ofrenda, pero me compré el café más caro .” (starbucks)
¿Ven cómo funciona? Siempre hay tiempo para lo que realmente queremos hacer.
Así que déjenme hacerles una pregunta sincera…
¿Qué excusa le estás poniendo a Dios? Porque, hermano, Él ya las ha escuchado todas… y no se las cree.
3. Desarrollo de Marcos 8:36 – “El verdadero éxito”
Vivimos en una sociedad que nos dice que el éxito es:
✔ Tener el mejor auto.
✔ Tener el mejor puesto en la empresa.
✔ Tener más dinero en la cuenta.
Pero Jesús nos hace una pregunta que sacude:
“¿De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?”
Voy a ponerlo de otra manera…
Imaginen que les dan un boleto gratis para un crucero de lujo. Todo está pagado: comida, entretenimiento, hasta los mejores camarotes. Pero hay un pequeño detalle:
Al final del crucero, el barco se hunde y no hay salvavidas.
¡Eso es exactamente lo que pasa cuando inviertes tu vida en cosas materiales pero descuidas tu alma!
4. Desarrollo de Mateo 6:33 – “Las prioridades correctas”
“Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.”
Voy a ilustrarlo con una imagen. Imaginen que tienen un frasco grande y deben meter piedras grandes, piedritas pequeñas y arena.
Si primero meten la arena y las piedritas, no cabrán las piedras grandes.
Pero si ponen las piedras grandes primero, después las piedritas y luego la arena, todo encaja perfectamente.
salmo 95:1
Así funciona la vida.
Si pones a Dios primero, el resto se acomoda.
Si dejas a Dios para el final, nunca tendrás tiempo para Él.
5. Reflexión Final –
En qué invertimos nuestro tiempo. Podemos gastar la vida en trabajo, en redes sociales, en cosas pasajeras… pero cuando lleguemos al final, Nadie dice:
checa mi facebook a ver cuantos likes tengo
checa mi cuenta de banco
traeme mi titulo universitario
traeme mi auto que compre con tanto esfuerzo
Jesús dijo en Mateo 6:19-21:
“No acumulen tesoros en la tierra… sino en el cielo, porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
No podemos llevarnos nada de este mundo, pero sí podemos dejar un legado eterno.
6. Aplicación para la Congregación
Preguntas para Reflexionar
1. ¿Estoy invirtiendo mi vida en cosas eternas o pasajeras?
2. ¿Qué es lo que más ocupa mi tiempo y energía cada día?
3. Si Dios viera mi agenda, ¿diría que lo tengo como prioridad?
7. Cierre – Un llamado al compromiso
Jesús sigue enviando la invitación al banquete.
La pregunta es: ¿Cuál será tu respuesta?
Dios no quiere ser una opción más en tu agenda. Él quiere ser tu prioridad.
No pongas excusas. No sigas postergando lo eterno.
Decide hoy. Pon a Dios primero… y Él se encargará del resto.
¿Cuántos aquí están listos para cambiar sus prioridades y poner a Dios en primer lugar?
1. En Nuestra Vida Diaria que significa darle prioridad a Dios?
✅ Orar antes de tomar decisiones importantes.
➡️ Antes de aceptar un trabajo, entrar en una relación o hacer una compra grande, preguntarse: ¿Esto honra a Dios? ¿Me aleja o me acerca a Él?
✅ Empezar cada día buscando a Dios.
➡️ En lugar de tomar el teléfono y revisar redes sociales al despertar, dedicar los primeros minutos a la oración y la Biblia.
✅ Ser intencional con nuestra relación con Dios.
➡️ No esperar a “sentir ganas” de leer la Biblia, sino hacerlo como un hábito diario, como comer o respirar.
2. En Nuestra Familia
✅ Hacer de Dios el centro del hogar.
➡️ Orar juntos como familia, tener tiempos de lectura bíblica y enseñar a los hijos a depender de Dios.
✅ Priorizar la iglesia sobre otras actividades.
➡️ Si hay una fiesta o un evento que coincide con el servicio, la iglesia debe ser la prioridad.
➡️ No dejar que el entretenimiento o el descanso nos alejen de congregarnos.
✅ Perdonar y amar como Jesús.
➡️ Poner a Dios primero significa vivir sus valores en casa, ser pacientes con la familia y resolver conflictos con amor.
3. En Nuestro Trabajo o Negocios
✅ Trabajar con integridad y ética.
➡️ No hacer trampa, no mentir ni engañar por dinero. Hacer todo como para el Señor (Colosenses 3:23).
✅ Ser luz en el trabajo.
➡️ Tratar a compañeros y empleados con respeto y amor, reflejando a Cristo con nuestro carácter.
✅ No hacer del trabajo un ídolo.
➡️ No poner el éxito profesional por encima de la familia, la iglesia o el tiempo con Dios.
4. En Nuestras Finanzas
✅ Honrar a Dios con nuestros recursos.
➡️ Aparta y honrrar con ofrendas antes de cualquier otro gasto. No dar lo que sobra, sino lo primero.
✅ Ser generosos con los necesitados.
➡️ Ayudar a los que tienen menos, ser manos de bendición y no ser egoístas con lo que Dios nos da.
✅ Administrar bien el dinero.
➡️ No derrochar en cosas innecesarias mientras se descuida la obra de Dios o la familia.
5. En Nuestro Tiempo y Prioridades
✅ No hacer de Dios la última opción.
➡️ No esperar hasta estar en crisis para buscarlo, sino darle lo mejor de nuestro tiempo todos los días.
✅ Tener comunión con otros creyentes.
➡️ No ser “cristianos independientes”, sino vivir en comunidad, participando en la iglesia y sirviendo a otros.
✅ Buscar primero lo eterno, no lo pasajero.
➡️ Invertir más en el crecimiento espiritual que en cosas materiales.
Conclusión – Una Vida con Prioridades Eternas
Poner a Dios primero no significa dejar de trabajar, dejar a la familia o no disfrutar la vida.
Significa organizar nuestra vida de tal manera que Dios sea el centro de todo lo que hacemos.
Cuando Dios es primero, todo lo demás encaja en su lugar.
Como dice Mateo 6:33:
“Busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.”
¿Estás dispuesto a tomar esta decisión hoy?
