Autopsia de un abatido
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Introducción.-
Introducción.-
La tormenta en alta mar
La tormenta en alta mar
Hace algunos años, un marinero experimentado llamado Andrés se embarcó en un viaje a través del océano. Había enfrentado muchas tormentas antes, pero aquella noche fue diferente. Los vientos aullaban con una fuerza implacable, las olas se alzaban como gigantes amenazantes, y el barco crujía como si estuviera a punto de partirse en dos. La oscuridad era absoluta; no había luna ni estrellas visibles.Siervos de Dios
Andrés, por primera vez en su vida, sintió que su experiencia no bastaba. Se aferró al timón con todas sus fuerzas, pero la tormenta era más grande que él. Fue en ese momento de desesperación cuando recordó las palabras de su abuelo, también marinero: "Cuando no veas la costa y la tormenta sea fuerte, recuerda que el faro sigue allí, aunque no lo veas. Confía y sigue navegando."
Con esa imagen en su mente, Andrés dejó de luchar contra la tormenta con sus propias fuerzas y decidió confiar en las herramientas que tenía: su brújula, su conocimiento del mar y, sobre todo, su fe. Después de horas que parecieron una eternidad, la tormenta comenzó a calmarse, y en la distancia, vio la luz del faro que lo guiaba a puerto seguro.
Cita bíblica: Salmo 42:5
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
I. Condición Interna
I. Condición Interna
Una tormenta se produce a base del choque de dos temperaturas diferentes. Cuando el aire caliente se eleva hasta donde el aire frío se encuentra, es entonces que se producen las tormentas. En la vida siempre hemos de tener tormentas. Cuando los aires calientes de la vida chocan con los aires de paz que estamos teniendo. ¿Cómo es la vida cuando uno se encuentra en medio de una tormenta mental, emocional o espiritual? La vida se ve de la siguiente manera:
Sequedad v1-2
Una persona entra en un estado de sequedad y agotamiento. Surge dentro de sí una necesidad de buscar agua. La intensidad de la sed es sumamente fuerte, así como el ciervo que busca agua jadeantemente (mostrar video de ciervo jadeando). Se suma a ello la desesperación de encontrar un lugar donde saciar la sed. Allí es donde uno acude a lugares que no debe acudir.
Tristeza v.3
Otra de las características es el constante llanto. Una persona que dejó de comer por llorar demasiado. La tristeza llena la vida de la persona. Se la pasa llorando todo el día.
Depresión v.4
Mientras que la ansiedad es el temor por el futuro, la depresión es el dolor por el pasado. El salmista recuerda su vida antes de entrar en este estado. Las cosas que hacía en el templo ya no le causan alegría, sino dolor. ¿Qué cosas hacías antes que te causaban alegría y que no ya no es así?
Desesperanza v.6a
“abatida” significa “sentarse en el suelo como de luto”, es la sensación de que nada tiene solución. La esperanza sobre lo que siente se ha disipado.
Aislamiento v. 6b
Los lugares mencionados indican el alejamiento al que lo dispusieron o se dispuso a sí mismo. Toda persona con las anteriores caraterísticas siempre tiende a alejarse de los demás y sufrir solo.
Anegado v. 7
Comentan John F. Walvoord y Roy B. Zuck:
El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 4: Job–Cantar de los Cantares B. Abrumado por la presencia de sus enemigos (42:6–11)
Describe su angustia usando la figura de ondas y olas embravecidas. La aflicción había venido sobre él como una oleada tras otra, que se personifican como si se estuvieran llamando la una a la otra y formando cascadas. Se sentía tan abrumado, que comparó su situación con un diluvio.
Esta es la condición de una persona que se encuentra en medio de una tormenta. Sequedad, tristeza, depresión, desesperanza, aislamiento, anegación. A esto muchas veces se suma algo que aunque no debería ocurrir pasa.
II. Presión Externa
II. Presión Externa
Y estamos hablando acerca de la presión externa ¿Dónde está tu Dios? (v. 3b; 10) es el clamor de dos grupos de personas:
No creyentes
Son los no creyentes acusando al creyente de que su Dios no está debido al dolor que ve en la vida de los cristianos. Similar a lo que ocurría en 2 Pedro 3:4 “y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.”; Similar a lo que le dijeron a Jesús en Marcos 15:31 “A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.”
Creyentes
Mientras los creyentes están cuestionando la presencia de Dios en sus vidas, los creyentes lo están hundiendo más en lugar de ayudarlos diciendo: “No puedes estar triste, eso no es de cristianos.” No es que no puedes estar triste, sino como gestionas la tristeza que tienes.
Tanto por gestionar internamente y ahora también hay que recibir esa presión externa, así se sentía el salmista. Alguien completamente desesperado.
III. Confrontación personal
III. Confrontación personal
En el verso 8 encontramos que el salmista se refugia en la esperanza de que la noche pasará y llegará el día de la misericordia y que aunque la noche siempre se aproxima el cántico y la oración fortalecerán su fe.
Es válido que puedas expresar: “Dios mío, ¿Por qué te has olvidado de mí?” (v. 9a), cuando el corazón y la mente se encuentran abatidos, este tipo de pensamientos y sentimientos siempre suelen estar presentes.
Pero ante todo eso ocurre algo impresionante, el Espíritu Santo obrando en la vida de uno mismo. Siendo Dios fortaleciéndonos en estas necesidades.
Tres preguntas son las que se hace a sí mismo a modo de confrontación: ¿Por qué andaré enlutado? (v. 9b) ¿Por qué te abates alma mía? ¿Por qué te turbas alma mía? (v. 5a; 11a)
La expresión de estas preguntas no son dudas, sino cuestionamientos con búsqueda de salida. Es un diálogo con su propio corazón.
Aplicación
Aplicación
Tres son las actitudes que debemos tomar en medio de las tormentas que hemos de atravesar:
Esperar en Dios v. 5b; 11b
Confía y ten esperanza en Dios. Él siempre ha estado ahí y no se irá. Cree en las promesas de Dios. Él te volverá al lugar de gozo.
Recordar las razones de alabanza (lo que él hizo antes) v. 5c; 11c
Mira el pasado, pero recuerda todas las bondades del Señor, así se alimenta la esperanza. Él te hizo avanzar hasta donde estás, ya pudiste salir una vez, vas a poder hacerlo nuevamente con él. Por lo tanto, alábale aún.
Reconocer soberanía v. 5d; 11d
Él es tu salvador, él es tu Dios. ¡No temas!
CANCIÓN FINAL “PAZ EN LA TORMENTA”.