Nuestro Fundamentos de nuestra Fe: Confiando en Cristo en Todo Momento

EPISTOLA DE 1 PEDRO  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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1 Pedro 5:5–7 RVR60
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
En las montañas de los Andes peruanos, los viajeros y pastores han aprendido una lección invaluable sobre la carga que llevan.
Un hombre, decidido a cruzar un sendero difícil, se llenó la mochila con todo lo que creyó que necesitaría: herramientas, provisiones, ropa extra y hasta algunas cosas "por si acaso". Sin embargo, a medida que ascendía, su carga se volvía insoportable. Se detenía con frecuencia, su paso era lento y su energía se agotaba rápidamente. Finalmente, se dio cuenta de que muchas de las cosas que llevaba no eran necesarias. Con cada objeto que sacaba de la mochila, su caminar se hacía más ligero, su ánimo se renovaba y pudo llegar a su destino con mayor facilidad.
Nuestra vida se parece mucho a ese viaje.
Cada día, llenamos nuestra mochila con preocupaciones:
el futuro incierto,
los problemas familiares,
las dificultades económicas, la salud,
las expectativas que no sabemos si podremos cumplir.
Nos cargamos tanto que nuestra caminata cristiana se vuelve pesada, difícil y agotadora.
Al punto que el peso de la ansiedad nos lleva a miedos o panicos.
Un artículo comparó los miedos de los niños con los miedos de los adultos;
Los niños temen a los médicos; los adultos temen las facturas de los médicos
Los niños temen los malos sueños; los adultos temen los sueños incumplidos
Los niños temen a los payasos; bueno, los adultos también temen a los payasos.
La verdad es que, sin importar la edad que tenga, nunca podrá dejar atrás la capacidad de estar ansioso… siempre hay una mochila de preocupación cerca que necesita matar.
Si los cristianos estuvieran vacunados automáticamente contra el brote de ansiedad, el apóstol Pablo nunca habría ordenado a una de las congregaciones más maduras que conocemos que no se afanaran por nada (Filipenses 4:6
Filipenses 4:6 RVR60
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
El apóstol Pedro nos da un consejo claro en su primera carta: en vez de cargar con el peso de la ansiedad, debemos depositarlo en las manos de Dios. Él nos enseña cómo descargar nuestra mochila y avanzar con confianza.
Le invito a abrir nuevamente conmigo la primera carta de Pedro y continuar nuestro estudio en el capítulo 5, versículo 7. Eso es todo lo que quiero tratar hoy… sólo un versículo – que es extremadamente profundo y oportuno.

El Ultimátum

Primero, quiero que note el mandato de Pedro:
echando toda vuestra ansiedad sobre Él… (1 Pedro 5:7a)
Necesito señalar primero que esta frase es parte del versículo anterior. Fíjese en el versículo 6: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él… (1 Pedro 5:6-7a)
En otras palabras, ha permitido que Dios lo humille y reconoce que Su mano poderosa está en control de todo en su vida, y que Él, en el momento justo (como estudiamosel jueves pasado) lo exaltará. Eso es:
Él va a invertir sus circunstancias.
Sus dificultades o problemas o enfermedad o dolor o aflicción o lo que sea – él lo va a transformar.
Cuando sea y dondequiera que Él decida hacerlo.
Pero mientras tanto, mientras se humilla bajo la poderosa mano de los propósitos y la providencia de Dios, asegúrese de echar toda tu ansiedad sobre Él.
La palabra que Pedro usa, traducida ansiedad, da la idea de que lo tiran y jalan en numerosas direcciones, como si lo estuvieran estirando.
Esta palabra se usaba a menudo para describir las preocupaciones de la vida. Se usó al escribir que estas preocupaciones le quitan el sueño.
Los filósofos griegos escribieron, “los necios tratan de ahogar estas ansiedades en el amor o en la bebida; pero sólo la muerte puede librarnos de estas preocupaciones de la vida.
Pero Pedro aquí le dice al creyente: eso no es así. No se deje desanimar por la ansiedad. De hecho, esto no es una sugerencia, es un ultimátum , mientras tanto.
Pedro usa un imperativo aquí; es posible que desee escribir en su Biblia un signo de exclamación al final de esta frase: ¡echando toda su ansiedad sobre Él! (signo de exclamación)
El verbo echar aquí tiene la idea de arrojar algo sobre otro.
Salmo 55:22 RVR60
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
David escribió este salmo cuando estaba luchando con la traición y los ataques de personas que deberían haberlo defendido y apoyado.
En otras palabras, la lucha personal de David con las preocupaciones, la aflicción y la ansiedad relacionada con sentirse completamente solo y atacado lo llevó a escribir bajo inspiración: Voy a tomar todo esto y echarlo sobre los hombros de mi poderoso Señor.
Este es el punto el apostol Pedro le dice :
no se rinda ante sus circunstancias,
entregue sus circunstancias al Salvador. Y eso resulta ser un ultimátum,mandato para todo cristiano.

La Afirmación

En segundo lugar, fíjese, aquí viene la afirmación – versículo 7: …porque él tiene cuidado de vosotros.
Así como echar toda nuestra ansiedad sobre Él no es una sugerencia, sino un mandato, esta frase no es una pregunta, es una afirmación.
No hay signo de interrogación al final de este versículo. Pedro no escribe: “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él porque
¿creo que Él se preocupa por usted?
Porque espero que Él sepa lo que está pasando en su vida… No lo sé… no podemos estar seguros, ¿verdad?
No. Pedro, de hecho, usa la palabra para cuidado aquí, lo que implica que alguien tiene interés en otra persona como resultado de pensar, conocer, prever.
En otras palabras,
Jesús no solo se preocupa por usted, sino que vio que el problema, la tristeza, el dolor, el desafío o la dificultad se presentaría en su vida con anticipación… y Él no solo anticipó todo esto, ya que Él se preocupa por usted,
Él sabía lo que iba a necesitar con anticipación.
¿Y qué es lo que necesita? Puede ser:
El valor para no huir:
Josué 1:9: "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas."
La sabiduría para empezar de nuevo, o dar el siguiente paso:
Santiago 1:5: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, que da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada."
La fuerza para subir la montaña:
Isaías 40:29-31: "Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."
La confianza en su Salvador Jesucristo:
Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."
Salmo 46:1-2: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar."
Estos versículos destacan la seguridad y el refugio que encontramos en Dios, incluso ante las situaciones más desafiantes.
Así que, note esta maravillosa implicación de la pluma inspirada de Pedro.
Reflexionemos sobre esta profunda observación inspirada por el apóstol Pedro. Comprender la eternidad y la omnisciencia de Dios puede ser abrumador, pero considere lo siguiente:
La prueba que enfrenta fue anticipada por Dios; incluso el apoyo que necesita para superarla fue previsto por Él. Dios ha preparado todo lo necesario antes de que usted lo necesitara.
Y decimos cosas como: “No lo vas a creer, pero:
en el momento justo sonó mi teléfono.
o en mi hora más oscura apareció un amigo
o en el último momento llegó el paquete
o cuando tenía que estar seguro, llegó la respuesta.
Y adivine qué: Pedro nos informa aquí que así sucedió porque Dios sabía de antemano, y Dios se preocupó y programó exactamente lo que necesitaba… anticipadamente.
1 Pedro 5:7 RVR60
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
El gran misionero Hudson Taylor, quien sirvió en China durante casi 50 años dependiendo únicamente de la providencia divina sin garantía de apoyo financiero, es un ejemplo vivo de esta confianza. En una ocasión, estando en Gran Bretaña, un pastor lo reconoció en una estación de tren. Viajaron juntos, y el pastor, sin saber que Taylor no llevaba dinero, pagó por su comida y luego por su boleto de tren. Cuando el pastor descubrió la situación y preguntó cómo Hudson Taylor sabía que recibiría la ayuda necesaria, él simplemente respondió: “No lo sabía, pero mi Padre sí”.
Estas historias son inspiradoras y nos recuerdan la importancia de confiar en Dios.
Enfrentar los desafíos de la vida con fe es como la ansiedad, requiere un acto de obediencia seguido de una profunda confianza en las promesas de Dios.
Echando toda vuestra ansiedad sobre El. . . porque Él tiene cuidado de vosotros.
Por cierto, esta palabra traducida ansiedad es integral.
Representa todo lo que podría preocuparle; cualquier cosa por la que pueda perder el sueño; cosas grandes y cosas pequeñas; cosas importantes y cosas triviales. Si está ansioso por eso, a Él le importa.
Podría traducir esta frase toscamente, “para Él es un cuidado por ti”.
Podemos parafrasearlo de la siguiente manera: lo que sea que esté en su mente, estuvo en Su mente primero: Él conoce el color, el tamaño y la forma de cada carga al que se enfrentas.

La Aplicación

Entonces, ¿qué hacemos con este mandato y esta afirmación? Permítame darle cuatro puntos de aplicación:
Echando toda vuestra ansiedad sobre El. . . porque Él tiene cuidado de vosotros.

LIBERATE DE LA ANSIEDAD

Eche sus preocupaciones sobre Él ,. Tienes que hacer eso, regularmente. La verdad es que a menudo nos cuesta entregarle nuestras preocupaciones a Jesús porque no estamos seguros de que Él va a hacer lo que nosotros queremos con ellas.
Lo que es otra forma de no humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, que es lo primero que debemos hacer.
Humillarnos bajo el control soberano de Dios precede a entregarle nuestras preocupaciones.
Y eso es porque no solo está echando sus preocupaciones sobre Él, usted mismo se está arrojando a sus brazos.
Está entregándole a sus seres queridos.
Está entregándole su futuro, sus expectativas, esperanzas y planes. Significa que usted renuncia a tener el control… Reconoce que él lo tiene.
Un autor ilustró vívidamente este texto al escribir que entregarse a Su cuidado se siente saltar en bungee desde un puente alto; ya no tiene el control. . . está totalmente indefenso y dependes de la fuerza de esa banda elástica gigante.
No es muy alentador ¿o sí? La buena noticia es que Jesús no es una banda elástica, Él no se rompe, Él es el Señor soberano del universo, fiel y oportuno.
En segundo lugar,

CULTIVA TU FE

Todas las demás religiones del planeta tienen adherentes que intentan hacer que su dios se preocupe; El cristianismo le da la promesa que nuestro Dios ya lo hace. Él tiene cuidado de vosotros.

31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Recuerde continuamente esta afirmación: Él se preocupa por usted.
En tercer lugar,

Ejercitar la Entrega de Cargas

Cada vez que venga un pensamiento que le trae ansiedad, cuando una preocupación comienza a entrar en su mente, practique lo antes posible la disciplina del rechazo.
Decida que no va a lidiar con eso. Se lo va a entregar a Jesús.
Me llamó la atención que esta es una de las pocas veces en la vida en que está bien tirar cosas, a nuestros hijos nos ensenan a no tirar las cosas.
Nunca he tirado una red de pescador; tiras con tus fuerzas , no hay mas que debes hacer, solo espear pero esta imagen es fascinante.
1 Pedro 5:7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
El creyente también necesita desarrollar un buen brazo para lanzar nuestra ansiedad…
Usted está lanzando, y Jesús está cuidando.
¿Cómo sabe que Él va a manejar el problema? Él dijo que lo haría;
¿Cómo sabe que a Él le importa? Él dijo que así es;
¿Cómo sabe que Él está interesado en eso? ¡Él dijo que lo está!
Escuche, si no lo cree, ¡es su palabra contra la de Dios! ¿A quién le va a creer?
Esto es algo que tiene que hacer;
Esto es algo que tiene que creer;
Esto es algo que tiene que practicar.
Finalmente,

CONFIA EN JESUS

Cuando Pedro escribe aquí: Porque Él tiene cuidado de vosotros, él usa el tiempo presente para informarnos Y ESCUCHAME BIEN que Jesús nunca deja de tener cuidado.
Esto es continuo, interminable, nunca cesa, nunca disminuye, nunca se detiene. Él tiene cuidado de usted.
El problema es que dejamos de lanzar. No es que a Jesús le deje de importar. Envíale TUS CARGAS.
Proverbios 3:5-6 "Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas."
Juan 14:1 "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí."
Salmo 56:3-4 "En el día que temo, yo en ti confío. En Dios, cuyo dicho alabo, en Dios he confiado; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?"
Isaías 26:3-4 "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová, el Señor, está la fortaleza de los siglos."
1 Pedro 5:7 "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."

Conclusión

Pedro nos invita a la profundidad de la fe donde arrojamos, como él solía arrojar sus redes de pesca… echamos nuestras cargas sobre Aquel que nos ha prometido Su cuidado sin fin.
Entonces, eche toda tu ansiedad sobre el Señor, porque Él nunca dejará de cuidarle.
 
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