Vivir es Cristo y morir ganancia
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Vivir es Cristo y morir ganancia
Vivir es Cristo y morir ganancia
Filipenses 1:21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Introducción
Introducción
En términos humanos se cree que la muerte es una pérdida irreparable, un ser querido, un amigo, un hermano, un padre, una madre, un hijo, etc que nos abandona para siempre.
En parte esto es verdad porque a los seres queridos que mueren nunca los volveremos a ver en esta tierra, pero quedarnos solo con este pensamiento causa mucho dolor y tristeza sin esperanza.
El apóstol Pablo nos dice: 1 Tesalonicenses 4:13 “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.”
En la muerte de un ser querido hay tristeza, pero para los que confían y creen en Cristo hay esperanza.
Esta esperanza es la que nos consuela y nos da la fuerza para continuar.
Los que mueren en Cristo la muerte es una ganancia, no una pérdida. Pierde la tierra pero gana el cielo, pierde una familia celestial pero gana una familia espiritual.
Vivir es Cristo
Vivir es Cristo
Vivir la vida sin Cristo presenta muchas aflicciones, dolores e incertidumbre. Es un mal con el que lidia la humanidad debido al pecado.
Por mucho que se afane no logrará la plenitud de la paz y gozo que solo Cristo puede dar.
Vivir para Cristo no te libra de las aflicciones y dificultades, pero te permite tener esperanza, seguridad, paz y gozo que de ningún otro modo podemos alcanzar. Filipenses 4:7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Vivir para Cristo es un compromiso total, en espíritu, alma y cuerpo de vivir para Él, renunciar al pecado y conducirse según su Palabra. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Cristo es el centro de tu vida, su modelo a seguir, el objetivo final de nuestra existencia en esta tierra.
No se trata de una vivir con reglas restrictivas, sino de renunciar al pecado que es causa del dolor y maldad en el mundo, para que Él transforme tu vida.
Una vida diferente que ame su Palabra, obedecerle y servirle. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Vivir para Cristo es tener la seguridad de que tu futuro está asegurado, no hay incertidumbre, no necesitas que te adivinen el futuro porque todo lo que te suceda es para bien. Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Morir es ganancia
Morir es ganancia
Es mentira que la muerte no es el fin de todas las cosas, termina la vida física pero continúa la vida espiritual. Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,”
Por tanto, es importante prepararse para la eternidad, así como nos preparamos para esta vida.
La muerte es ganancia porque seremos despojados de este cuerpo de muerte: 1 Corintios 15:53 “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”
Para los que estamos en Cristo tenemos la esperanza de un día ser transformados en un cuerpo glorificado en el que la muerte, el dolor o la enfermedad pueda afectarle. 1 Corintios 15:54–55 “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
Pablo lo presenta como la semilla debe morir para que nazca una nueva planta.
Morir es ganancia porque seremos librados de la maldición del pecado, es maldición que trae dolor, infelicidad, angustia, desesperación, falsas promesas y esclavitud.
Morir es ganancia porque tenemos la esperanza de estar con Cristo, el autor de nuestra salvación por la eternidad.
Morir es ganancia porque tenemos la esperanza de reunirnos nuevamente con nuestros seres queridos para nunca experimentar más el dolor y la angustia de la pérdida.
Morir es ganancia porque somos librados del castigo eterno.
Conclusión
Conclusión
El Apóstol Pablo expresó estas palabras con seguridad y firmeza porque son una realidad en su vida, tan cierto como el aire que respiraba.
Hermana Lenchita hoy también puede experimentar ese gozo de disfrutar esa ganancia, ya no hay más dolor, angustia, tristeza o desdicha para ella. Apocalipsis 21:4 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
Aunque duele la partida, ella está mucho mejor que nosotros ahora.
Esa misma esperanza pueden experimentar todos aquellos que aun no le han rendido su vida a Cristo.
Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”
