Dios ama al dador alegre
Pr. Erick Espíndola
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Introducción
Introducción
Uno de los temas más hablados por Jesús a lo largo de los evangelios es el dinero. Un tema que poco se habla en la iglesia y que mucho miedo se tiene al momento de abordarlo. Existen al rededor de 32 citas bíblicas en las que Jesús hablo de esto directa o indirectamente. Es muy importante para la iglesia local estudiar lo que hoy nos compete.
El contexto de nuestro texto bíblico es el siguiente: El apostol Pablo en el capítulo 8 se encuentra presentando el ejemplo de los macedonios y Cristo sobre lo que es dar.
Primero, los macedonios eran hermanos en la fe a quienes Dios había les había dado la gracia de abundar en riquezas de generosidad (2 Co. 8:1-2). Dar es una obra de gracia recibida por Dios.
Segundo, esta gracia de dar había sido ejecutada “conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas” (v. 3).
Tercero, era un privilegio en el cual rogaban por participar (v. 4).
Cuarto, el orden de acciones fue 1) Entregarse al Señor antes de 2) entregarse a los demás (v. 5-6).
Quinto, la sinceridad del amor a Dios se ve demostrada en el abundar en la generosidad de dar (v. 7-8).
Sexto, Cristo es el ejemplo más grande de generosidad, quien se hizo pobre siendo rico, para que los pobres sean ricos (v. 9).
Septimo, en la generosidad de dar siempre debe estar presente 1) el querer y 2) el hacerlo cumpliendo conforme a lo que se tenga, no lo que no se tenga (v. 10-12).
Octavo, la generosidad de dar ayuda mutuamente a ser confortados (v. 13-15).
Cita bíblica:
Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;
I. Tres contrastes v. 5-7
I. Tres contrastes v. 5-7
Bajo el contexto anteriomente mencionado es que Pablo inicia el capítulo 9 denominando la gracia de dar como “ministración para los santos”, de la cual, habiendo sido bien instruídos les dice que “es por demás que yo os escriba” (2 Co. 9:1) Pablo no duda de la sinceridad de los corintios por eso no está interesado en escribir sobre su respuesta a su llamado para dar en la colecta. El gran estímulo que tenían los de la iglesia en Macedonia y Acaya había sido resultado de la disposición pronta de los corintios (v. 2). Una de las cosas que Pablo hace es enviar personas no para supervisar el dinero, sino para animarles a continuar con la labor de ejercer su generosidad mediante las acciones de dar (v. 3), por eso es que los hermanos van, no sea que las otras iglesias vayan y los vean descuidados en aquello que por algún momento habían sido ejemplos de iniciativa (v. 4).
Es entonces que comienza a escribir, para que ellos estén listos y no descuidados de seguir participando de la gracia de dar, sobre algunas contrastes referentes a las actitudes del dar.
Antes de abordar los tres contrastes, debemos saber que cada cristiano debe ofrendar por 3 razones muy esenciales que se encuentran evidentes en el Nuevo Testamento:
Sostener el ministerio de la iglesia (1 Ti. 5:17-18)
Expansión del evangelio (Misiones) (1 Co 9:17, 14)
Ayudar a los pobres (Hch. 20:35)
Sabiendo las razones por las que debemos ofrendar REGULARMENTE, veamos ahora los contraste sobre las maneras de ofrendar.
Como bendición no con exigencia v. 5
La actitud de corazón al ofrendar es más importante que la cantidad a ofrendar. (Sugel Michelén)
Una de las cosas que Pablo quería lograr en los conrintios era que tuvieran lista la colecta que un día comenzaron a dar, por eso envía a los dos hermanos antes que él. “La situación de la gente en Corinto no era que no estuviera dispuesta a dar, sino que necesitaban ayuda para organizar el trabajo para la colecta” (Simón J. Kistemaker).
La colecta que se debía organizar debía tener la característica de ser “de generosidad” (gr. eulogia). Dicho término expresa “bendición”. Este acto de bendecir resulta en experimentar la gracia de Dios (2 Co. 8:1 dar es gracia de Dios) extendida tanto al dador como al receptor (Es más dichoso y feliz el que da que el que recibe, Hch. 20:35).
Entonces, el dar animar a dar la colecta de los cristianos es una bendición que no debe ser considerada como “exigencia nuestra”, es decir, “extorción”, como si se les estuviera arrancando algo de ellos.
Es así que la ofrandebe ser dada para bendecir a los demás. ¿Quieres ser de bendición a los demás? ¡OFRENDA SIN DOLOR!
Con generosidad no con tacañería v.6
Dios espera que demos de forma generosa, no con tacañería. (Sugel Michelén)
El segundo contraste es sobre dar con generosidad y no con tacañería. La palabra “escasamente” puede, también, ser traducida como “mezquinamente”. Presta atención que cuando un agricultor compra la semilla está haciendo una inversión y cuando la vierte a la tierra lo hace con la esperanza de que dará su fruto a su tiempo. Observa que es como si estuviera comprando algo para tirarlo a la tierra, pero él sabe que es una tierra buena y un buen lugar donde poner su dinero. Ocurre lo mismo con nosotros y el Señor. Nuestro dinero es una inversión pero esto es así cuando lo ponemos en buena tierra (la obra del Señor), entonces dará su fruto.
Escucha lo que un teólogo dijo: “Si tus ingresos se han incrementado en los últimos años y eso es más evidente en estilo de vida que en tus ofrendas, probablemente eso es un indicativo de que tú esatás sembrando esacasamente.”
(Simón J. Kistemaker) Cuando la semilla cae en la tierra, se pudre mientras germina. En un sentido, el agricultor pierde la semilla que ha esparcido; se arriesga por las condiciones del tiempo, enfermedades o que los insectos destruyan muchas semillas. Pero al sembrar, confía que Dios le concederá la satisfacción de recoger la cosecha. Esto es también cierto, espiritualmente hablando. El misionero Jim Elliot lo describió en esta forma sucinta: «No es tonto quien da lo que no puede conservar, para ganar lo que no puede perder» (Elisabeth Elliot, Shadow of the Almighty, p. 15.). Elliot murió tratando de evangelizar a los indios aucas del Ecuador, pero su muerte fue determinante para guiarlos a Cristo.
C.S. Lewis dijo también: “Si nuestros gastos en comodidades, lujos y diversiones están a la altura del estandar común entre aquellos con los mismos ingresos que el tuyo, probablemente estás dando muy poco.”
Y no te estoy diciendo que que no debas gastar en comodidades, sino que cuando priorizas eso más que dar para el Señor estamos cometiendo un grave error.
A menudo, la tacañería se esconde bajo el nombre de moderación, y por otro lado la extravagancia se esconde bajo el nombre de generosidad. Papa San Gregorio I
Con conciencia no por obligación v.7
Dios no se agrada con la ofrenda del que no se agrada en ofrendar. Él se deleita en aquel que se deleita en imitar su generosidad. (Sugel Michelén)
Y el tercer contraste es que se debe ofrendar con conciencia y no por obligación. Pablo le da la libertad a los corintios de decidir en sus propios corazones lo que van a dar. No hay un mandato a cuánto dar, sino a dar como se “propuso en su corazón”.
En contraste radica en que cada uno debe ser plenamente conciente de cuánto puede dar. Lo cierto es que en les dice en 1 Corintios 16:2 “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado.” Si bien no se establece un monto se dice que debe ser en proporción a lo que he percibido como ganancia en lo que hago. El punto aquí es ¿Cuál es tu perspectiva de Dios, eso determinará tu perspectiva de la ofrenda?
Querido hermano, no des tus ofrendas con dolor, de mala gana, con lamentación, con pesar, por obligación por pensar que Dios multplicará tu dinero, no, no lo hagas así. Quizás ahora te preguntas: ¿Entonces qué debo hacer? ¿Debo dejar de ofrendar si no he estado ofrendando correctamente? La respuesta es no, debes hacer lo siguiente:
Dale gracias a Dios por la convicción de pecado que ha puesto en ti al no hacerlo como él quiere.
Confiesa tu pecado, la falta de generosidad y la falta de alegría al momento de ofrendar.
Pídele a Dios que te de una nueva visión de su carácter y de su abundante gracia desplegada a ti.
Mientras tanto, ofrenda generosamente aunque en este momento no estés experimentando la alegría de dar
Dijo un Teólogo: “Cumple la dimensión externa de tu deber de ofrendar regularmente con la esperanza y expectativa en oración de que esto te ayudará a reavivar tu deleite interno. No, eso no es hipocrecía, porque estás llevando a cabo el acto externo con la esperanza de recuperar el gozo interno y no como un sustituto de ese gozo o como un disfráz para convencer a otros de una alegría que no estás experimentando.”
Esto es lo que Dios ama, esto es lo que significa que Dios ama al dador alegre. La única forma de matar la codicia es dando
II. Providencia para generosidad v. 8-10
II. Providencia para generosidad v. 8-10
Dios provee a los cristianos que dan generosamente para que sigan dando generosamente. (Sugel Michelén)
Hermanos, ¡Recibimos para dar! Muchos temen dar diciendo: “No sea que me empobrezca” “No sea que necesite ayuda de otros”. Debes comprender que Dios es poderoso para hacer que abunde todo para que des con liberalidad. Ni Pablo ni Dios piden dar lo que no tenemos, mira 2 Corintios 8:12 “Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.”
Comenta John Piper estos versículos: “El punto aquí es que Dios nos da más de lo que necesitamos, no para almacenar el exceso, sino para que podamos proveer para buenas obras (Ministerio, misiones y pobres). La razón por la que Dios te da más de lo que necesitas no es para que reduzcas tu gozo guardándolo para ti, sino para que incrementes tu gozo dando más.”
III.Glorificación por generosidad v. 11-12
III.Glorificación por generosidad v. 11-12
La generosidad de los cristianos glorifica a Dios. (Sugel Michelén)
Si tú eres generoso dando cuídate del orgullo. Recuerda 1 Crónicas 29:14 y di como David dijo:
¿Pero quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte algo a ti? ¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y te damos sólo lo que tú primero nos diste!
Cuando los cristianos son generos en sus ofrendas se convierten en conductores de la gracia.
Aplicaciones
Aplicaciones
Las ofrendas no tienen que ver principalmente con el dinero o con nuestros ingresos económicos sino con la perspectiva que tenemos de la gracia de Dios en Cristo y del evangelio.
¿Cuál es la verdadera fuente de tu confianza y deleite al momento de ofrendar?
¿Qué revela el uso de tu dinero acerca de lo que en verdad valoras?
¿Es la obra de Dios y el pueblo de Dios una prioridad para ti?
¿Cuando aumentas tus ingresos es eso más evidente en tus ofrendas que en tu estilo de vida?
Pidamos hoy una visión fresca de su generosidad en Cristo, de tal manera que cada uno según haya prosperado tome la decisión de dar de gracia lo que hemos recibido de gracia.