El carácter del cristiano
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· 7 viewsLa obra de Dios debe realizarse con la unción del Espíritu Santo quien nos reviste de poder, amor y dominio propio, disipa la vergüenza y la cobardía.
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El carácter del cristiano
El carácter del cristiano
2 Timoteo 1:6–8 (RVR60)
“6Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”
Introducción
Introducción
En la introducción de su segunda carta al pastor Timoteo, Pablo comienza resaltando su fe no fingida, del fuego de Dios que recibió por imposición de manos.
Pero aconseja avivar ese fuego, no permitir que se enfríe. Porque existe el peligro de caer en la cobardía y vergüenza.
Existe un esfuerzo que cada cristiano debe hacer para permanecer y perseverar en la fe. Pablo pide a los tesalonicenses:
1 Tesalonicenses 5:19 “No apaguéis al Espíritu.”
Pera ello es necesario perseverar disciplinadamente en el evangelio.
Esto no se logra si consideras el evangelio como una reunión social o un momento religioso para apaciguar la culpa de la conciencia.
Se logra comprendiendo la fragilidad ante las amenazas espirituales y las consecuencias finales del pecado.
De tu responsabilidad en el Cuerpo de Cristo, en el cual todos tenemos privilegios pero también responsabilidades.
Pablo presenta dos sentimientos negativos que estorban el crecimiento en la fe:
Cobardía y vergüenza
Cobardía y vergüenza
Cobardía
Cobardía
La cobardía es la falta de valor ante las situaciones difíciles, situaciones peligrosas o que conllevan cierto riesgo…
Este es un espíritu demoniaco que se esfuerza por afectar a los cristianos, producto de su descuido espiritual.
El cobarde tiene miedo de testificar de Jesucristo porque no quiere sufrir rechazo, burla y mucho menos violencia.
Por tanto, no se identifica como cristiano. Sus palabras, acciones o decisiones se basan en agradar a la gente para no ofenderlos con su fe.
Quieren estar tranquilos sin que los confronten y no están dispuestos a defender la fe cuando alguien los cuestione.
Pero debemos estar dispuestos a defender nuestra fe: 1 Pedro 3:15 “sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;”
Un cristiano verdadero no puede ser cobarde porque es totalmente antagónico u opuesto. El cobarde no tiene fe y el cristiano vive por fe. Habacuc 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.”
Lo cobardes no pertenecen al reino de Dios: Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
Dios nos exhorta a que seamos valientes: Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
La valentía se manifiesta en nuestra disposición a dar nuestra vida por Cristo.
Policarpo obispo de Esmirna fue discípulo del apóstol Juan. En su martirio contestó: —He servido a mi Señor Jesucristo durante 86 años y nunca me ha causado daño alguno el mismo. ¿Cómo puedo negar a mi Rey, que hasta el momento me ha guardado de todo mal, y además me ha sido fiel en redimirme?
Mateo 16:25 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”
La vergüenza
La vergüenza
La vergüenza es causado por la culpa, la indecencia o temor a la burla.
La vergüenza te impide identificarte como cristiano porque temes a ser rechazado.
Los cobardes se refugian en la vergüenza para no testificar del evangelio.
Pero la vergüenza puede ser positiva o negativa.
La negativa es la que nos impide testificar del evangelio: 2 Timoteo 1:8 “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.”
Sufrir burla, desprecio o violencia por causa del evangelio no debe ser motivo de vergüenza porque esta sería una vergüenza negativa.
1 Pedro 4:16 “pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.”
Dios recompensa a los que no se avergüenzan de Él, pero se avergonzará de los que si lo hacen: Marcos 8:38 “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”
Si no entendemos la verdad del evangelio sentiremos cobardía y vergüenza de identificarnos como cristianos: Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Los dones de Dios
Los dones de Dios
Ante estos males, Dios provee al cristiano tres poderosas armas: Poder, amor y dominio propio.
Poder
Poder
El poder no consiste en habilidades sobrenaturales como energía para destruir cosas, aunque si somos usados con los dones del Espíritu Santo. 1 Corintios 12:8–10 “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” Pero en este caso es El Espíritu Santo quien los administra con Él quiere.
El espíritu de Poder te da capacidad, habilidad, aptitud para testificar de Jesucristo, para hacer la obra de Dios, para soportar la tentación y para enfrentar los ataques del enemigo.
El poder lo recibimos del Espíritu Santo: Hechos de los Apóstoles 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Pedro predicó con poder después que fue lleno del Espíritu Santo: Hechos de los Apóstoles 2:14 “Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.” Dejó atrás la cobardía y la vergüenza.
El poder disipa el miedo porque el cristiano conoce a Dios:
Eliseo no se acobardó cuando lo rodeó el ejército Sirio, su siervo tenía miedo pero Eliseo oró: 2º Reyes 6:17 “Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.”
David no se acobardó ante la gran estatura de Goliat: 1º Samuel 17:26 “…¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?”
El poder se convierte en una fe inquebrantable en Dios: 1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”
Amor
Amor
El amor tiene que ver con la eliminación de la cobardía y la vergüenza porque estos males buscan la aprobación gente, la cobardía es temor a sufrir violencia y la vergüenza temor a recibir burla.
El amor no se centra en el ego sino en el bienestar del prójimo, por tanto, ignorará las amenazas porque está interesado en la salvación de las almas, sin importa la burla y el rechazo.
¿Cómo se manifiesta el amor?
1 Corintios 13:4-6 “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.” Benignidad=afectividad, amabilidad.
El amor no sentirá vergüenza de proclamar a Cristo como su Señor, porque sabe que es la única solución para el mal que afecta a la humanidad.
El poder y el amor te dan un entendimiento superior porque entiendes que detrás de una mala actitud hay miedo, dolor, angustia y que también hay demonios que operan manipulando a personas.
(El venado que está atorado en una rama no entiende que la persona lo quiere ayudar, por eso procura atacarlo, pero la persona está interesada en el bienestar del animal por eso con paciencia y cuidado lo ayuda.)
Dominio propio
Dominio propio
El dominio propio nos da la capacidad de sobreponernos a la cobardía y a la vergüenza.
La valentía no se manifiesta en la falta de miedo, sino enfrentarlo y vencerlo.
El dominio propio nos da la fuerza para vencer la tentación, la pereza, la zona de confort, el cansancio.
El dominio propio es vital para la disciplina, la perseverancia en la oración y estudio de la Biblia.
Es tener la capacidad de decir no a lo malo y actuar para hacer lo bueno.
El dominio propio es saber resistir: Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Estas tres virtudes nos permitirán tener una vida victoriosa y productiva. Esforzados en cumplir la comisión de Cristo a la iglesia.
Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
Conclusión
Conclusión
El cristiano no puede sentir vergüenza por testificar de Cristo, ni se acobarda para hacerlo porque sabe que el evangelio es poder de Dios: Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Habíamos mencionado que existe la vergüenza negativa y la positiva. La negativa es rechazo a Dios.
La positiva es el rechazo al pecado. Es la que sentimos cuando sabemos que hemos ofendido a Dios: 1 Corintios 15:34 “Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.”
Esta vergüenza nos conduce al arrepentimiento y al nuevo nacimiento.
El 1 Corintios 6 el apóstol Pablo reprender a los hermanos porque algunos estaban en pleitos con otros hermanos, y los exhorta a sentir vergüenza por su mala actitud y arrepentirse.
Si ahora sientes vergüenza de testificar de Cristo, sufrirás una vergüenza pública mucho mayor cuando seas rechazado por Cristo: Marcos 8:38 “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”
Lo que el mundo considera una vergüenza, para Dios es la mayor dignidad.
Pide a Dios que abra los ojos de tu entendimiento para que puedas ver esta realidad espiritual.
Seamos valientes y esforzados para testificar de Cristo.
Él desea compartir sus dones contigo, solamente debes esforzarte, demostrar tu sinceridad y Él te bendecirá con sus dones.
Anhelemos ser llenos del Espíritu Santo para ser revestidos de poder, amor y dominio propio.
