Cristo nuestro intercesor
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· 4 viewsLos discípulos enfrentarían dura prueba, pero El Señor intercedió por ellos para que fortalecieran su fe.
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Cristo nuestro intercesor
Cristo nuestro intercesor
Lucas 22:31–32 “31Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
Introducción
Introducción
Este evento acontece la noche en la que El Señor fue arrestado para ir a la cruz.
El Señor advierte a sus discípulos: Mateo 26:31 “Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.”
Pedro impulsivo y confiado le dice al Señor: Mateo 26:33 “Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.”
Pedro a estas alturas debía saber bien que cuando El Señor afirmaba algo nadie podía contradecirlo.
Si embargo su excesiva autoconfianza lo hace contradecir al Señor.
Pedro tenía buenas intenciones pero necesitaba moldear su carácter al propósito de Dios.
No siempre nuestras buenas intenciones están en sintonía con el propósito de Dios, por esa razón necesitamos ser moldeados por Él. Y este proceso será doloroso.
El Permiso de Dios
El Permiso de Dios
Lucas 22:31 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;”
Ante la respuesta impulsiva de Pedro, El Señor con amor y paciencia le revela lo que sucederá.
Inicia con un llamado doble a su nombre antiguo: Simón, Simón. esto con el propósito de recordarle de donde lo llamó.
El doble llamado indica la importancia de sus palabras. Dios llamó a Moisés desde la zarza: Moisés, Moisés (Exodo 3:4) Llamo así a Samuel (1 Samuel 3:10) y a Saulo de tarso (Hechos 9:3-4).
Cristo le revela que Satanás a pedido zaranderarlos en plural, a todos los discípulos.
Satanás pide permiso a Dios así como pidió tocar a Job (Job 1:11-12), pues no tiene potestad sobre los creyentes. 1 Juan 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”
Esta verdad debe darte descanso y paz, pues Satanás no puede tocar tu vida, a menos que Dios lo permita.
Procurará lanzar sus dardos de fuego (Efesios 6:16) que son pensamientos para hacerte creer que estás solo y sin ayuda, pero tu fe debe recordarte que El Señor está contigo y nada ni nadie podrá separarte de su amor.
El zarandeo tiene el propósito de separar la basura del grano. El trigo sucio no se puede utilizar si no pasa por la zaranda.
De manera que el proceso que sufrirán los discípulos tiene propósito de prepararlos para ser usados.
El Señor le dice a sus discípulos que viene un tiempo difícil de prueba para su fe. Pero es necesario para su preparación.
Este zarandeo probaría su fe y convicciones. Este es el propósito de la prueba, aprobar a los que son de Dios. Así como el oro es probado.
Dios permite esta prueba a los discípulos porque es necesaria para su madurez espiritual y de carácter.
La oración del Señor
La oración del Señor
Lucas 22:32 “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte…”
El Señor conforta a Pedro prometiendo interceder por él ante el Padre para que en el momento de prueba su fe no falte.
El Señor está indicando que vendrá la crisis, esta es inevitable, pero hay promesa de ayuda de parte del Señor: Isaías 43:1–2 “1Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. 2Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
El Señor no quitará la crisis, pero intercederá para que nuestra fe sea fortalecida. Él es nuestro intercesor: Romanos 8:34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
Cuando te encuentres en crisis, no desistas de la oración, persevera aun cuando no encuentres las Palabras, El Espíritu nos ayuda: Romanos 8:26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Los discípulos se enfrentarían a una dura prueba que les causará conmoción emocional, se sentirán derrotados, abandonados, amenazados y solos. Pero esta experiencia servirá para que puedan testificar con más poder de la victoria del Señor sobre la muerte.
Todo lo que El Señor padeció no fue fingido, fue real y los discípulos testificarán de ello.
Confía en el Señor, las pruebas son necesarias para nuestro crecimiento espiritual.
El mandato del Señor
El mandato del Señor
Lucas 22:32 “…y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
Pedro sería aún más zarandeado de todos, pues enfrentó la negación y la confrontación del Señor cuando cantó el gallo. Lucas 22:61 “Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.”
Se sentía avergonzado por su debilidad, pero Pedro se arrepintió, su fe no desfalleció, no tomó la misma decisión de Judas. Lucas 22:62 “Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.”
Pedro se levantaría, volvería nuevamente a ser instrumento en las manos del Señor, Dios no nos desecha cuando flaqueamos, Él está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos.
Si oyes voces de acusación no son de Dios, son de Satanás el acusador: Apocalipsis 12:10 “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
Desecha toda acusación, esta no viene de Dios.
El Señor buscó a Pedro para ser restaurado y le encomendó a su iglesia: Juan 21:17 “Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
Una vez hemos salido de la prueba, tenemos la capacidad, la experiencia y la madurez para consolar y restaurar a otros que estén en tribulación.
Pedro debía confirma a los discípulos, después de la muerte de Cristo ellos se mantuvieron unidos hasta la venida del Espíritu Santo.
Tú que has atravesado la crisis y has salido en victoria, es necesario que dispongas tu vida a servir a otros que están en dificultad, El Señor te ha capacitado en la prueba.
Conclusión
Conclusión
Si estás atravesando una crisis, sigue confiando en El Señor, si has llegado hasta aquí es porque El Señor te sostiene.
Mantente firme y que tu fe nos falte:
Cuando los reveses de la vida te golpeen con fuerza.
Cuando los dardos de fuego del maligno bombardean tu mente para desanimarte y frustrarte.
Cuando los que te apoyaban te abandonan, cuando sufres una perdida irreparable.
Cuando la tentación te ataque y no encuentres salida.
Mantente firme sin flaquear tu fe, muy pronto pasará la prueba y gozarás la victoria del Señor: Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Deja que El Señor te ministre esta mañana.