20250416 - 1023 -SES - JA - Hasta que tu gozo sea cumplido.

El poder del nombre de Jesús  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Mostrar la importancia del gozo y ver que a Jesús le interesa que nuestra gozo sea cumplido.

Notes
Transcript
Handout
Hasta que tu gozo sea cumplido.
John 16:23 RVR60
23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
¿Cuantas veces usaste el poder notarial del nombre de Jesús esta última semana?
John 16:24 RVR60
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
“Nuestro gozo será cumplido.” Deberías gozarte!

Los tres niveles del poder del gozo.

1. Muéstralo.

Debemos abrir nuestras bocas y alabar. No solo ocasionalmente. Debemos ser como David, que proclamó:
Psalm 34:1 RVR60
1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
Ilustración: El predicador Smith Wigglesworth trabajo por muchos años de fontanero antes de dedicarse al ministerio como predicador. En cierta ocasión mientras estaba instalando fontanería en una casa bastante grande, se dio cuenta de que la señora de la casa estaba todo el rato entrando, mirando por todos lados, y luego saliendo. Finalmente ella entró, se sentó al lado de donde estaba trabajando y dijo: “ Qué es lo que le produce una expresión tan maravillosa en su rostro? Parece como si estuviera lleno de gozo”. El le contó que aquella mañana durante el desayuno, su esposa le había dicho que dos de sus hijos estaban muy enfermos. Antes de desayunar, se habían ido arriba, pusieron sus manos sobre los niños, oraron por ellos, y se sanaron al instante. Luego bajaron con sus padres y desayunaron juntos. Wigglesworth le dijo que era tan maravilloso el tener a un Jesús tan maravilloso. Él le dijo que las escrituras dicen: “Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”. Nuestro gozo no podría ser cumplido si nuestros hijos estuvieran enfermos. Pero el Señor nos dijo que le pidiéramos a Él lo que necesitáramos, “para que vuestro gozo sea cumplido”. 
La mujer le preguntó a Wigglesworth si Jesús la salvaría a ella también y le daría ese gozo maravilloso. Wigglesworth le dijo que ella también podía ser salva y experimentar esa paz y ese gozo, y mientras ella estaba allí de pié, aceptó al Señor.
Ella estaba feliz y regocijándose, y le preguntó si podía mantener ese gozo. Él le dijo que la única manera de mantenerlo, era dándolo a otros. Él le dijo que ella debería contarles a todas las mujeres de su club de reuniones acerca de su salvación. Ella lo hizo y todas fueron salvas.
Si cuando Wigglesworth se fue a trabajar, hubiera dejado dos hijos enfermos en casa, su gozo no habría podido estar cumplido. Habría estado preocupado. Habría parecido afligido. Pero él tenía una luz en su rostro, un resplandor que era aparente a todos los que le veían. Algo parecía brotar de él. ¿Qué era? Era el gozo que el Padre ha prometido cuando le pedimos por nuestras necesidades y las recibimos en fe.
EL GOZO.
¿Que tanto gozo has tenido esta semana? ¿Que tanto te has reido?
Philippians 4:6–7 RVR60
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Ilustración:  Wigglesworth se encontraba en una terrible situación financiera. Durante ese tiempo estaba de visita en Londres en la casa de un hombre rico. Wigglesworth le entregó su carga financiera al Señor y rehusó preocuparse por ello. El sabía que el Señor se ocuparía del asunto. Mientras él y su amigo estaban andando en el Parque, Wigglesworth estaba contento y cantaba al andar. No le mencionó su necesidad a su amigo, ya que se la había encomendado al Señor. Estaba contento y regocijándose en su espíritu.
Su amigo comentó que daría todo lo que poseía por poder tener el mismo espíritu de gozo que Wigglesworth tenía. Wigglesworth le dijo que no le costaría nada. Todo lo que tenía que hacer era entregar sus cargas a Jesús. Le explicó que eso era lo que él había hecho, y que sin ninguna carga en el mundo, ahora podía ser libre y feliz.
No le mencionó a su amigo su necesidad financiera, sin embargo le hablo de victoria y de gozo en Cristo Jesús. Un hombre poseía riquezas materiales pero no tenía gozo. El otro no tenía riquezas materiales, más estaba lleno de gozo.
¿Cuál era su secreto? Wigglesworth conocía la verdad de la escritura, “Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”. 
!Si no te estás regocijando, el diablo pensará que va ganando! ¿Que tanto se te nota en la cara?
Nuestro gozo siempre da gracias, muestra una cara alegre.
Efesios 5:19-20 'hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. '

2. Desátalo.

“Tu voz es la brújula del reino espiritual”
John 16:24 RVR60
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
Habre tu boca.
Moises Le dijo al mar que se abriera.
David le gritó al gigante que caería.
Jesús le dijo a la higuera que se secaría.
Y tu que le gritarás a tu circunstancia?

3. Recíbelo.

“Si tan solo supiera lo que sucede en el espíritu cuando se regocija, ¡usted se regocijaría todos los días!”
Ilustración:En cierta ocasión me enteré de una señora cuya hija estaba en una institución mental. Esta madre decidió orar la oración de fe por su hija, ejecutar su autoridad en el nombre de Jesús, y echar fuera el demonio que mantenía a su hija atada. Ella les pidió a doce mujeres, sabiendo que todas ellas eran mujeres de gran fe, que fueran con ella a aquella institución mental para orar por su hija. Al llegar, la mujer le dijo al asistente que quería ver a su hija. Cuando llegaron a la celda acolchada, donde guardaban a su hija, la mujer le dijo al asistente, “Quiero que abra la puerta y me deje entrar, pues quiero orar por mi hija”. “Usted no puede hacer tal cosa”, él contestó. “Ella le matará. Es una loca violenta”. El protestó diciendo que no podía dejarle entrar, que perdería su empleo, pero mientras hablaba estaba abriendo la cerradura de la puerta. La mujer entró, y él cerró la puerta con llave otra vez. En aquella celda acolchada se encontraba una mujer que parecía más un animal que un ser humano. Su cabello había crecido muy largo, sus uñas habían crecido, y silbaba y escupía como un animal haría. Mientras las otras doce señoras oraban en silencio, la madre oró, ordenando al diablo que saliera fuera de su hija en el nombre de Jesús. Ella continuó orando así durante diez minutos. De repente su hija se relajó, miró hacia arriba y dijo, “¡Mamá! ¿Eres tú, mamá?” Arrojó sus brazos alrededor de ella, la abrazó y la besó. Aquel día la despidieron del sanatorio, considerándole una persona normal. Esta madre sabía sus derechos, ella sabía la autoridad que era suya para echar fuera demonios en el nombre de Jesús.
CONCLUSIÓN:
Muéstralo: Jesús desea que tu gozo sea cumplido, entonces alégrate
2. Desátalo:
Recíbelo
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Titulos principales:
Puntos de el tema en curso
Sub puntos
¿Preguntas?
Ilustración: Ilst o Testimonio: Tst
“Frases: Fr”
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