Vio Dios que era bueno

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Saludo. Hola me alegra verte hoy. Josué 1:8Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
En Génesis 1:4-25, Dios crea el mundo y todo lo que hay en él en seis días, declarando cada creación como 'buena'. Este pasaje refleja el orden y la perfección de la creación y resalta la bondad inherente de lo creado por Dios.
Esta palabra nos ayuda a reconocer y a valorar la bondad de la creación de Dios en nuestras propias vidas, animándonos a cuidar y respetar el mundo y a las personas que nos rodean.
La creación de Dios es inherentemente buena y cada aspecto de la creación tiene un propósito. Esta afirmación nos invita a vivir con gratitud y respeto por lo que Dios ha creado, en lugar de vivir con pesimismo.
El relato de la creación culmina en la figura de Cristo, quien es descrito en Juan 1:3 como el Creador de todas las cosas. El hecho de que toda la creación es buena se cumple plenamente en Cristo, quien redime lo que fue quebrantado y devuelve a la creación al orden perfecto que tenía en el principio.

1. Creados con Luz y Orden (4-8)

4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
Vimos la semana pasada, que lo primero que Dios creó fue la luz. De esta manera,se podía ver toda la obra y su gloria. La luz es la gran belleza y bendición del Universo. Cuando se nace de nuevo (espiritualmente), la luz llega a la vida de la persona: el Espíritu Santo cautiva la voluntad y se ilumina el entendimiento de la persona. Los que, por el pecado estaban en tinieblas, vienen a ser por la gracia, luz del mundo.
La luz fue hecha por el poder de la palabra de Dios. Dijo: Sea la luz; lo quiso, lo decidió, y fue hecha inmediatamente. La palabra de Dios es viva y eficaz. Cristo es la Palabra o Verbo, y por medio de Él fue producida la luz, porque en él estaba la luz y él es la luz verdadera, la luz del mundo (Jua_1:9; Jua_8:12; Jua_9:5). Entonces hoy día, esta es la luz que llega al creyente, así como en la creación, este fenómeno también lo experimenta cada creyente.
Después de haber producido la luz que quiso hacer, Dios la aprobó: Y vio Dios que la luz era buena. Si la luz es buena, cuán bueno es el manantial de luz y de quien la recibimos.
Dios separó la luz de las tinieblas. Y distribuyó, con todo, el tiempo entre ellas, el día para la luz y la noche para las tinieblas. Aunque la oscuridad estaba ahora disipada por la luz, sin embargo se turna con la luz, y tiene su lugar, porque tiene su uso; pues, así como la luz de la mañana patrocina los quehaceres del día, así también las sombras del anochecer favorecen el reposo de la noche, para que podamos dormir mejor.
Llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Les dio nombres, como Señor de ambas. Trabajemos para Él cada día, y descansemos en Él cada noche.
En toda la creación podemos ver la firma de Dios. El hombre puede entender por la lógica y la razón, que debe haber un diseño intelidente detrás de la creación. Dios espera que el ser humano pueda comprender su origen, no sólo con fe, sino a través de su razón.
Desde el primer día, la luz fue vista como buena por Dios. La separación de aguas y tierras estableció un fundamento de orden y belleza en la creación. Este reconocimiento de la bondad y el orden inicial brinda a los creyentes una base para celebrar y cuidar el mundo actual, buscando ver la esencia divina en lo cotidiano y promoviendo el respeto y amor por la tierra.
La obra del segundo día, la creación del firmamento: El Señor separó las aguas de las aguas, esto es, para distinguir entre las aguas que están arropadas en las nubes y las que cubren el mar. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Es el Cielo que vemos. Dice Ezequiel 1:26 que Dios tiene su trono encima del firmamento. El resplandor y la pureza de los cielos debe recordarnos la gloria, majestad y santidad de Dios.
Día 1: La luz (la separó de las tinieblas). Día y noche. Día 2: El cielo. Separó las aguas de las aguas (sobre y debajo de los cielos), la separación de las aguas y tierras

2. El cuidado y la provisión divina (9-19)

9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
Hasta ahora el poder del Creador se ha desplegado sobre la parte más alta del mundo visible. Ahora desciende a este mundo, a la tierra, que fue designada para los hijos de los hombres, designada tanto para su habitación como para su sostenimiento.
La tierra fue preparada para que fuese mansión del hombre, mediante la reunión de las aguas en un lugar y hacer que apareciese la tierra seca.
Se ordenó a las aguas que habían cubierto la tierra que se retirasen y se reuniesen en un lugar. A las aguas así reunidas las llamó mares.
Se ordenó a la tierra seca aparecer y emerger de las aguas, y fue llamada tierra, y dada a los hijos de los hombres. Parece ser que la tierra existía ya antes, pero no servía para nada porque estaba debajo del agua.
II. Vemos después cómo fue amoblada la tierra para mantenimiento y sostén del hombre (vv. Gén_1:11-12). Hubo así provisiones a mano mediante la inmediata producción de la recientemente emergida tierra. Se hizo fructífera, y produjo hierba para el ganado y hortalizas para servicio del hombre.
La tierra estaba vacía (v. Gén_1:2), pero ahora, con una sola palabra, se ha vuelto llena de las riquezas de Dios. La tierra está todavía bajo la eficacia de su mandato para que produzca hierba, hortalizas y sus productos. EllosGloria a Dios.
Dios debe tener la gloria por todo el beneficio que recibimos de los productos de la tierra.
Las luces del cielo son el sol, la luna y las estrellas y todo ello es obra de las manos de Dios. El sol es la mayor de esas luces. La luna es una luz menor, y aquí es considerada, sin embargo, como una de las mayores luminarias. Hizo también las estrellas.
Meditemos sobre el crecimiento de la vegetación y los cuerpos celestes, notemos que Dios provee sustento y orientación a través de la creación. Dios provee lo necesario para guiar a la humanidad. Como cuidadores, somos llamados a garantizar que esta provisión continúe y que otros también puedan beneficiarse de la bondad de la creación.
Día 3: La tierra y los mares. Hierba, árboles y frutos. Su reproducción: género y especie Día 4: El sol, la luna y las estrellas

3. La creatividad y la diversidad divina (20-25)

20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
Día 5 No leemos que fuese creado ningún ser viviente hasta el quinto día. Fue en el quinto día cuando el pez y el ave fueron creados. Y vio Dios que eran buenos.
1. La creación de peces y aves (vv. Gén_1:20-21). Dios mandó que fuesen producidos. Dijo: Produzcan las aguas seres vivientes. Y Él mismo ejecutó dicho mandato: Y creó Dios los grandes monstruos marinos, etc. Los insectos, que son quizá tan variados y numerosos como cualquier otra especie. Dios los bendijo para que se reprodujesen.
La culminación de la creación con la diversidad de vida nos invita a celebrar la creatividad divina y refuerza nuestra responsabilidad de cuidar lo que nos ha sido confiado. Es una invitación a reflejar esta bondad en nuestras relaciones y el cuidado del ambiente que compartimos.
Día 5: Aves y peces. Su multiplicación Día 6: El hombre (dentro de dos semanas) Meditemos en el poder de la palabra de Dios. Hebreos 11:3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Satanás está en contra de este versículo. El quiere que el cristiano no tenga presente esto. Quiere hacer pensar que Dios no puede operar en tu problema, en tu circunstancia. Dios creó el cielo, el sol, la luna y las estrellas, pero no puede con mi resentimiento, egoismo, egocentrismo, orgullo, pereza.
Aplicaciones:
1) Si te sientes abrumado por diversas situaciones, considera dedicar una pausa para reflexionar sobre la creación de Dios. Haz una caminata corta al aire libre y observa la naturaleza que te rodea. Esto te recordará que todo lo creado es bueno, alentándote a llevar una perspectiva más saludable y menos agobiada.
2) La creación es un buen punto de conversación, para hablar de Dios. Conocer la postura de otros y con amor presentarles el relato bíblico de la creación.
3) Es fácil que la rutina diaria nos haga olvidar la grandeza de Dios en nuestras vidas. Al leer la creación en Génesis, te ayudará a meditar en la grandeza de la creación y el poder de Dios que puede aperar en tu vida y la de otros.
El relato de la creación culmina en la figura de Cristo, quien es descrito en Juan 1:3 como el Creador de todas las cosas. El hecho de que toda la creación es buena se cumple plenamente en Cristo, quien redime lo que fue quebrantado y devuelve a la creación al orden perfecto que tenía en el principio.
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