El Señor pelea por Josafat
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· 3 viewsLa amenaza contra Juda y Josafat, fue destruida cuando clamaron al Señor.
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El Señor pelea por Josafat
El Señor pelea por Josafat
2 Crónicas 20:1–4
1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
Introducción
Introducción
El rey Josafat amaba y tenía temor de Dios, por su fidelidad Dios lo prosperó y le dio paz.
Sin embargo, la vida de fe no puede transcurrir sin la prueba, pues es necesaria para medir y fortalecer la fe.
Es en la dificultad cuando prestamos más atención a la voz de Dios y le buscamos con más interés.
En los tiempos de paz Josafat había preparado al pueblo en la fe, instruyéndolo en la Palabra de Dios.
Ahora que se presenta la dificultad, tanto Josafat como el pueblo tienen bien claro a quien acudir. 2º Crónicas 20:4 “Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.”
En las pruebas y aflicciones Dios es nuestro único refugio a quien podemos acudir.
Salmo 91:2 “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.”
La amenaza
La amenaza
2º Crónicas 20:2 “Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.”
Le avisaron a Josafat una fuerte amenaza que venía contra ellos.
Los Moabitas y los Amonitas, descendientes de Lot, también los del monte de Seir, los Edomitas descendientes de Esaú, parientes a los que Dios prohibió a Moisés molestarlos cuando iban a la tierra prometida, ahora vienen con un gran ejercito con la intención de destruirlos y tomar la tierra.
Es natural que esta noticia trajera gran angustia a Josafat: 2º Crónicas 20:3 “Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.”
Josafat reconoce que no tiene la fuerza para enfrentar tan grande multitud 2º Crónicas 20:12 “¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.”
Esta sinceridad le permitía invocar el nombre de Dios.
Todos enfrentamos alguna vez amenazas que quieren destruirnos, ¿Qué hacemos? ¿Confiamos en Dios o en los hombres?
Cuando no reconocemos nuestras limitaciones, actuaremos con soberbia confiando en nuestras fuerzas y recursos. Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.”
Además de esto enfrentamos cada día amenazas de muerte, asaltos, extorsión, estafas, corrupción. Amenazas a nuestras familias, hijos, comunidades.
Todo esto inevitablemente provoca temor.
Salmo 121:1 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?”
Pero nuestra confianza siempre debe estar puesta en el Dios de nuestra salvación quien pelea por nosotros.
El clamor
El clamor
Josafat había pecado contra Dios al hacer alianza con Acab, pero sabía que Dios es misericordioso, fiel a sus promesas, y que le había perdonado sus pecados.
No acude a Ocozías (actual rey de Israel) como lo hizo Acab cuando fue a pelear contra los Sirios , tampoco puso su esperanza en su ejercito…
Josafat acude al templo a presentar su petición ante Dios.
La oración de Josafat contiene elementos que nos serán útil cuando presentemos nuestras peticiones:
Declara la grandeza y el poder de Dios: 2º Crónicas 20:6 “y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?”
Conoce las promesas en la Biblia: 2º Crónicas 20:9 “Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.”
Reconoce su Debilidad y la justicia de Dios: 2º Crónicas 20:12 “¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.”
La respuesta de Dios
La respuesta de Dios
Ante esta oración sincera, Dios responde, por medio del levita Jahaziel de los hijos de Asaf (adoradores) :
2 Crónicas 20:14–17: “14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; 15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.”
Cuando clamamos de corazón, con sinceridad y humildad, de seguro que Dios responderá: Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Ante las adversidades no permitas que el temor te paralice, clama a Dios y vendrá a tu rescate.
Cree la Palabra: “No es vuestra la guerra, sino de Dios”, la victoria está en las manos de Dios.
Enfrentemos las amenazas con valor porque El Señor está con nosotros: 2 Crónicas 20:17 “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.”
Josafat le creyó a Dios
Josafat le creyó a Dios
Cuando Josafat escuchó esta Palabra, creyó.
Antes que Dios diera la victoria adoraron y alabaron a Dios.
2 Crónicas 20:18-19 “18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.”
La fe se evidencia en nuestro actos, no solo en las palabras. Los actos reflejan el sentir de nuestro corazón.
En esta caso Josafat y Judá alabaron a Dios hicieron fiesta porque estaba completamente seguros que Dios los libraría de sus enemigos.
Adora a Dios porque ha escuchado tu oración y ye dice: “no temas, porque no es tuya la guerra sino de Dios”, “Yo estoy contigo, estad quietos y ved la salvación de Dios”
Conclusión
Conclusión
Josafat y el pueblo de Judá fueron fortalecidos por la promesa de Dios, salieron a la mañana siguiente a enfrentar a sus enemigos alabando al Señor: “...Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. 2 Crónicas 20:21”
Mientras ellos alababan, El Señor confundió la mente de sus enemigos y entre ellos mismo se destruyeron.
Esta historia es un testimonio del poder y grandeza de Dios,
El Dios de Josafat es también el Dios nuestros y nunca nos dejará desamparados.
Salmo 112:1 “Aleluya. Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.”
Salmo 112:7 “No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.”