Un campañero de Confianza
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¿A quien usted le confiaría usted su vida totalmente?
A menudo nos encontramos en la vida en búsqueda de:
Personas de Confianza , Instituciones de confianza o Profesionales de confianza que se encarguen de resolver aquellas situaciones de nuestra vida que nosotros no podemos resolver con la seguridad de obtener lo que deseamos.
Al comenzar este año hemos empezado a hablar de tener un compañero fiel al lado nuestro, pero hoy quiero presentarte al compañero de confianza que tu necesitas para este año.
El Libro de Hebreos nos presenta a Jesús como superior en todo a cualquier otro que pueda presentarse como auxilio para nuestras vidas.
Como Ancla del Alma, Hebreos 4:14–6:20 NUESTRA NECESIDAD DE UN SACERDOTE
Hemos visto su superioridad a los ángeles como mensajero de Dios, a Moisés como Hijo fiel en la casa de Dios, y a Josué en su dirección del pueblo de Dios a su reposo. Ahora, recogiendo el tema que mencionó «de paso» en 2:17, el autor nos invita a contemplar a Jesucristo como nuestro Sumo Sacerdote y a ver la superioridad de su sacerdocio con respecto al de Aarón.
Comentario Al Nuevo Testamento EL SUMO SACERDOTE IDEAL (Hebreos 4:14–16)
Jesús es el Sumo Sacerdote perfecto. Su misión es traer al hombre la Palabra de Dios, e introducir al hombre en la presencia de Dios. El Sumo Sacerdote tiene que conocer perfectamente y al mismo tiempo a Dios y al hombre. Esta es la misión de Jesús que esta epístola nos presenta magistralmente.
El es la persona que nos conoce perfectamente
El es la persona que nos conoce perfectamente
Nos conoce perfectamente como Sacerdote porque El es El Hijo de Dios.
El es la persona que nos entiende perfectamente
El es la persona que nos entiende perfectamente
Nos entiende perfectamente porque como hombre fue tentado en todo según nuestra semejanza
El es la persona que nos comprende perfectamente
El es la persona que nos comprende perfectamente
Nos comprende perfectamente porque el posee los recursos para hacerlo.
En el podemos alcanzar misericordia.
En el podemos hallar gracia
Lo que más nos puede sostener en el camino es el hecho de que nuestro Sumo Sacerdote, que ha traspasado ya los cielos (v. 14) y entrado en el reino eterno, lo haya hecho después de haber padecido toda clase de pruebas en el desierto (v. 15). Él ha compartido nuestra suerte (2:17–18). Por esto es nuestro válido representante ante Dios. Y porque nos entiende, puede ejercer el ministerio de ayudarnos de una manera compasiva, comprensiva y eficaz (v. 16).