Como Evangelizar - El Testimonio de Salvación

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Handout
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Introducción
Introducción
Quería retocar el tema de como compartir su fe. Yo no soy un experto, pero les quiero enseñar unas cosas que Dios me ha enseñado por medio de los años.
No hay que ser teólogo para testificar de Cristo, solo hay que tener un corazón dispuesto, andar en el Espíritu, y hacerlo por la fe.
Primero vamos a Apoc. 19:10.
10 Y yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Apocalipsis 19:10 dice que el testimonio de Jesucristo es el espíritu de la profecía.
¿Qué es la profecía? Es la acción sobrenatural de predecir un hecho futuro. Lo que dijeron los profetas se dirige a Jesús. Lo que dijo Jesús se dirige a su cruz y su reino futuro. Lo que testificamos se dirige al futuro de los demás.
Entonces, cuando compartimos nuestro testimonio de salvación predecimos la voluntad de Dios para otros.
9 El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
En 2 Pedro 3:9 Dios dice que quiere que todos vengan al arrepentimiento.
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos, y vengan al conocimiento de la verdad.
En 1 Timoteo 2:4 Dios dice que quiere que todos sean salvos.
Compartir el Testimonio de Salvación
Compartir el Testimonio de Salvación
Contexto: Jesús sana a un hombre ciego de nacimiento haciendo barro con su saliva, aplicándolo a los ojos del hombre y diciéndole que se lave en la piscina de Siloam. El hombre lo hace y está curado y puede ver. Sus vecinos y los fariseos lo cuestionan sobre el milagro, con debates que surgen porque Jesús sanó en el sábado. El hombre se mantiene firme, afirmando que no sabe todo de Jesús, pero sabe que era ciego y que ahora puede ver.
25 Mas él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Juan 9:25 dice “Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.”
Para compartir nuestro testimonio no tenemos que saber todo, pero el testimonio debe incluir por lo menos tres elementos:
1 - El pasado
1 - El pasado
Mi vida antes de convertirme a Cristo.
1 Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Efesios 2:1 dice que antes de Cristo estábamos muertos.
Debe de incluir algo de su pasado religioso.
Debe de incluir algo de su pasado pecaminoso.
2 - La conversión
2 - La conversión
La experiencia personal cuando acepté a Jesús.
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 5:24 dice que la conversión espiritual sucede cuando oímos y creemos el evangelio de Jesucristo.
Debe de incluir cómo se nos presentó el evangelio de Jesucristo.
Debe de incluir el relato de cuándo y cómo aceptamos a Jesús personalmente.
3 - El discipulado
3 - El discipulado
Los cambios que Dios va haciendo en mi vida desde que mi convertí.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17 habla de alguien que está en Cristo como una nueva criatura.
Debe de incluir las victorias personales sobre el pecado que hemos logrado.
Debe de incluir de la nueva vida espiritual que tenemos en Cristo.
Conclusión
Conclusión
Entonces, podemos ser luz en este mundo si solamente sabemos compartir nuestro testimonio personal de salvación. No requiere un título de teología de un seminario. Ni requiere que usted sea una persona muy carismática. Solo requiere que nosotros hayamos experimentado la gracia salvadora del Señor Jesucristo. La gente no puede discutirlo, exactamente como no pudieron con los resultados del hombre ciego. Es una experiencia que por el cambio personal no se puede negar.
25 Mas él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Ejemplo de Testimonio:
Ejemplo de Testimonio:
(El Pasado)
Cuando tenía trece años conocí a un joven cristiano. Yo pasé mucho tiempo con él y su familia y de hecho, se convirtió en mi mejor amigo. Yo había estado en la iglesia evangélica, pero nunca había conocido a una familia cristiana como la suya. Ellos me amaron mucho. Me trataron como nadie lo había hecho. Yo asistí a su iglesia muchas veces.
Durante mis años de la escuela secundaria, me involucré con muchas cosas malas. Vivía una vida llena de vicio incluyendo el alcohol y varias formas de drogas. Hasta a veces, me metí en problemas con la policía. Buscaba la felicidad en estas cosas, pero no podía encontrarla. Mientras tanto, Dios me buscaba.
(La Conversión)
Luego, mi mejor amigo me invitó a un campamento cristiano en las montañas de Idaho. Yo estaba emocionado porque los campamentos tenían muchas jóvenes. Entonces, fui con mi amigo para pasarlo juntos y fortalecer nuestra amistad. En el campamento había un predicador muy interesante. Él era un jugador profesional de fútbol americano. Era grande y muy fuerte, pero también era muy amable y gracioso. Nos predicó sobre la Biblia y el Evangelio de Jesuscristo. Fue la primera vez que entendí el propósito de la vida de Jesús. Fue la primera vez que entendí que Jesús murió por mis pecados y a través de Él se podía ser perdonado y salvado del infierno.
En el último día del campamento vimos una película. La película era sobre la vida de Jesucristo. Tuvo un impacto muy fuerte en mi corazón. Me sentí culpable por mis pecados y muy triste por la muerte tan cruel que Jesús sufrió por su amor para conmigo. Después, el predicador nos invitó a aceptar a Jesús en nuestro corazón como Salvador. Yo decidí aceptar a Jesús en ese momento. Me fui a un sitio privado donde podía hablarle a Dios; y allá, le confesé mis pecados, le perdí el perdón, y lo invité a Jesús en mi corazón para ser mi Salvador personal. Al final del campamento, los líderes le preguntaron al grupo de los jóvenes si alguien había aceptado a Jesucristo como Salvador y que si ellos podían ponerse de pie. Yo fui el único joven que se puso de pie de cien jóvenes. Gracias a Dios, a los dieciséis años el Señor me encontró y me salvó.
(El Discipulado)
Desde entonces, Jesús empezó a cambiar mi vida. Empece a alejarme de los viejos amigos pero todavia luché con mis pecados por unos tres años más. Poco a poco mi vida empezó a cambiar. Una victoria aquí sobre tal pecado, otra allí sobre otro. Dios me puso en contacto con otros cristianos también para guiarme y discipularme. A los diecinueve años, empece a asistir una iglesia bautista. Conocí a mi esposa en un campamento de jóvenes y nos casamos un par de años después. Empece a estudiar en su instituto bíblico y me gradué con la mirada centrada en el campo misionero. La decisión de aceptar a Jesucristo fue y sigue siendo la mejor decisión que he tomado en toda la vida.